Participaron militantes de los tres equipos de zona, entre ellos el presidente actual, Ethan, y los militantes Nagore y Eneko, junto con los acompañantes Jorge, Javi y el consiliario Pepelu. Contaron con la presencia de Maite, de Pastoral Obrera, así como representantes de la delegación diocesana de Anuncio y Catequesis.

«En la jornada -explica Pepelu Iglesias, su consiliario- compartimos nuestra participación en distintos espacios eclesiales y sociales donde estamos presentes (coordinadoras de juventud, parroquias, pastoral obrera, asociaciones vecinales…) y revisamos nuestras dinámicas internas, el comité de zona, la vivencia de la fe en los equipos y la acción transformadora en nuestros entornos».
Proceso de relevo
Uno de los puntos centrales fue el inicio del proceso de relevo de la responsabilidad de organización y zona, que actualmente ocupa Ethan. También se apuntaron propuestas y retos de cara al próximo curso: «seguir cuidando la oración y el compromiso cotidiano, fortalecer la comunicación interna y abrir caminos para llegar a nuevos jóvenes».
Otros temas de la asamblea:
El campamento de verano de JOC de este año será en Zalla (21–27 de julio) «espacio clave de convivencia, formación y acogida». También trataron su participación activa en el 75 aniversario de la Diócesis: estarán presentes en una de las etapas de la Bizkai Bira, dinamizando juegos en Cruces y participando en la celebración de Portugalete.
Concluyeron la Asamblea con una oración de envío inspirada en los dones del Espíritu, «que nos anima a seguir caminando con parresía, alegría y compromiso por el mundo juvenil y obrero de Bizkaia».
Los dones del Espíritu en nuestro camino joven
Espíritu Santo,
tú que hablas en lo profundo de la vida,
en este Pentecostés y en esta Asamblea de final de curso,
queremos hacer silencio para escucharte,
para reconocerte en nuestro movimiento,
en nuestras reuniones con altibajos,
en nuestros equipos con ausencias y búsquedas,
en nuestros espacios de barrio, en la parroquia, en la diócesis…
Tú que eres fuerza y ternura,
ayúdanos a acoger tus dones,
para vivir con pasión este verano,
y mirar al nuevo curso con ganas y fe.
1. Nos das tu SABIDURÍA,
que nos ayuda a leer los signos de los tiempos,
a mirar la vida desde el Evangelio,
a descubrir tu presencia en nuestras luchas cotidianas.
Haznos personas que sepan escuchar y discernir juntas.
2. Nos ofreces tu FORTALEZA,
porque a veces flaqueamos,
nos cuesta organizarnos, mantener el ritmo,
creer que lo que hacemos vale la pena.
Danos tu fuerza para seguir apostando,
aunque vayamos contracorriente.
3. Nos regalas la PIEDAD,
ese cariño que brota de sabernos hijos e hijas tuyas,
y hermanos de tantos, en nuestros barrios y en el mundo.
Que nuestra forma de estar sea cercana, humilde, servicial.
4. Nos siembras la PAZ,
en medio de nuestras prisas, tensiones, inseguridades.
Haz que seamos artesanos de paz
también en nuestras asambleas, en nuestros debates,
en nuestra forma de participar en los espacios donde estamos.
5. Nos siembras la PACIENCIA,
porque queremos todo ya y muchas veces nos desesperamos.
Enséñanos a confiar en los procesos,
a cuidar lo pequeño, a sostenernos cuando parece que no hay frutos.
6. Nos das la ALEGRÍA,
esa que no depende de los éxitos ni de las cifras,
sino del amor compartido,
del haber estado ahí, juntos, en este camino de fe, vida y acción.
Que no se nos apague esa alegría sencilla que contagia esperanza.
7. Tu Espíritu es VIENTO,
que nos empuja a salir, aunque nos dé vértigo,
aunque no sepamos muy bien por dónde seguir.
Abre nuestros ojos y nuestros oídos,
para seguir soñando un mundo más justo, más fraterno, más de Dios.
8. Y sobre todo, nos das la PARRESIA,
esa valentía para hablar claro, para no callarnos lo que llevamos dentro,
para decir “sí” cuando toca, y también para decir “no” cuando es necesario.
Haznos jóvenes libres y fieles,
capaces de sembrar Reino en nuestros barrios,
aunque sintamos que no llegamos, que somos pocos o inexpertos.
Espíritu Santo,
gracias por todo lo vivido en este curso:
por las personas, los equipos, las acciones, los encuentros,
las dudas, los fallos, y los pequeños logros compartidos.
Guíanos en este verano que comienza:
en el campamento, en las convivencias,
en los espacios nuevos que se abrirán.
Haz de la JOC un movimiento con alma,
con corazón abierto y con los pies en el barrio,
en salida, al servicio, sembrando esperanza.
Amén.