Aventuras de verano para jóvenes entre 14 y 18 años

Durante todo el curso, han trabajado en red, “compartiendo vivencias, convivencias y diversas actividades, desde la programación conjunta realizada, por cada equipo de monitores, en la cual, además de las reuniones de cada grupo natural, los chavales cada 3-4 semanas se juntaban en los diversos pueblos, para poner en común lo trabajado a lo largo de ese mes”, explica Esther Crespo, responsable de la organización.
Tres experiencias
Desde el proyecto del curso, con su plantificación de objetivos y actividades, la aventura de verano se ha concretado en tres experiencias: Por un lado con los chavales de 14-15 años, (1º de Iniciación cristiana-Azkarrak I): En esta aventura, han tomado parte, alrededor de 50 chavales de Ermua, Zornotza, Galdakao, Arrigorriaga y Algorta y un equipo de 10 monitores, acompañados del Consiliario Gonzalo Eguia e Iñaki Loinaz. La segunda experiencia, con chavales de 15-16 años, 2º de Iniciación cristiana-Azkarrak II, de Elorrio, Ermua, Durango, Galdakao, Arrigorriaga y Algorta. En esta aventura han participado unos 40 chavales, 10-11 monitores y el consiliario Javi Garai. Y, la ultima, con los más mayores, de 17-18 años, que están en Trebeak y finalizando su proceso de Iniciación Cristiana, de los grupos eskaut de Galdakao, Durango, Mungia, Algorta y Arrigorriaga. En esta experiencia han participado unos 35 chavales, 6 monitores y el consiliario Egoitz Arruza. Las dos primeras experiencias han tenido lugar en El monasterio de Liébana y Picos de Europa, y, la tercera en la Comunidad ecuménica de Taizé (en Francia).
Liébana y Picos de Europa
La experiencia de cada grupo, ha sido de 10 días, 5 de los cuales se han dedicado a trabajar el tema de la Interioridad en el albergue juvenil de Liébana, y los otros 5 días de campamento volante por Picos de Europa. La experiencia de Liébana, consistía en dedicar espacios y momentos para que los chavales pudiesen trabajar la Interioridad “dedicándose un tiempo a ellos”, añade Crespo, “a través de diferentes técnicas; en dicha experiencia había momentos de interiorización personal (reflexión y oración personal), momentos comunes, y compartiendo entre todos la experiencia personal y de fe que cada chaval iba teniendo”.  Además, de la experiencia de Interioridad, -matiza- “también se han realizado actividades y dinámicas relacionadas con el tema de cada día”. Por las noches, preparaban veladas en el que todos participaban de manera activa. “Ha sido una experiencia muy positiva y muy bien valorada tanto por los chavales como por los monitores –prosigue- Ha sido una experiencia intensa, una autentica gozada, donde los chavales poco a poco han ido entrando y han tenido momentos intensos de oración y de reflexión personal… y también de compartir las vivencias en los momentos comunes”.
TAIZE- Comunidad Ecuménica y de acogida de Jóvenes
Los de Trebeak, ya han participado en diversas experiencias a lo largo de su proceso de maduración de fe. “Viendo que se acerca el final de una etapa, y antes de decidir cual va a ser el camino, el compromiso que van ir tomando, desde el equipo de monitores se veía importante que tuvieran la oportunidad de participar en Taizé, y encontrarse con jóvenes de diferentes nacionalidades y de diferentes confesiones”, detalla Esther “El objetivo de que fueran a Taizé, era el de vivir y celebrar la fe, la catolicidad y la experiencia comunitaria de Iglesia junto a otro jóvenes del mundo”.
Los participantes han valorado de forma positiva la experiencia “los chavales han venido contentos y `tocados` por lo allí vivido. A partir de ahora, les toca ir discerniendo, que compromiso van a tomar y cómo se concreta su manera de vivir la fe”, concluye.