Con el lema “Su vida, tu camino–Ibiliz bila”, Gazteliza comenzó, el pasado viernes, la primera de las tres etapas en la que los participantes, partieron de Gernika en dirección a Euba, donde pasaron la primera noche. El sábado 4, los jóvenes se dirigieron a Urkiola, que les recibió con una jornada de lluvia y niebla. Dado el estado del tiempo, ayer domingo, la tercera etapa de Gazteliza varió su recorrido y los participantes se acercaron en autobuses hasta las cercanías de Elorrio, donde llegaron andando. Allí, estos tres días de convivencia finalizaron con la Eucaristía que fue presidida por monseñor Iceta. En la homilía, el obispo recordó los lemas de cada una de las jornadas, para animar a los jóvenes a continuar este camino en la vida de cada uno. Tras la celebración, los jóvenes así como familias y adultos que se dieron cita en Elorrio, celebraron el final del encuentro con la comida compartida y una fiesta final hasta que a las seis de la tarde los autobuses trasladaron a los que lo precisaron de vuelta a la capital vizcaína.
Además de la marcha propiamente dicha, cada día los participantes han realizado actividades que han tratado de responder al lema de cada día y además, todos los días, los jóvenes han tenido la oportunidad de compartir oración y de celebrar la eucaristía junto a los obispos.
María Elordui, directora del Secretariado Diocesano de Juventud, departamento encargado de la coordinación del encuentro, destaca que Gazteliza ha supuesto “una oportunidad para profundizar en la experiencia de fe, en el seguimiento de Jesús como jóvenes y miembros de la Iglesia de Bizkaia.”
05.07.2009
Ayer finalizó en Elorrio Gazteliza 2009
Ayer Elorrio fue testigo del final del encuentro al que los obispos, mons. Ricardo Blázquez y mons. Mario Iceta, convocaron a los jóvenes de la diócesis de Bilbao. En este encuentro, que se ha desarrollado en tres etapas y en el que han participado más de 100 jóvenes, los obispos y los jóvenes han tenido la oportunidad de compartir, en palabras de los obispos, la Eucaristía y los momentos de oración, así como tener una experiencia de comunión, fraternidad y mutuo conocimiento entre los Obispos y los jóvenes de la Diócesis.