La cruz penitencial `Kurtzio´, situada en la calle que lleva su nombre, se encontraba en mal estado de conservación por lo que, el consistorio, decidió restaurarla. Finalmente, tras culminar un proceso que ha durado año y medio, la representaciones de la virgen con el niño y el crucifijo han recobrado su esplendor original.
La pieza, además de su valor histórico – es del s. XVII- tiene un gran valor sentimental para muchas personas del municipio costero, por lo que el ayuntamiento organizó un acto de inauguración en el que participaron muchos mundakarras.
Begoña Andonegi leyó la oración de bendición y dos dantzaris bailaron el aurresku de honor.
Jauna, santu zaran Aita.
bedeinkapenerako otoitzaren zatia
Kurutze hau gure fedearen testigantza lez jaso dogunez, entzun egizuz eskuzabaltasunez, gure eskariak,
eta emoiguzu,
hemen lurrean
Kristoren nekaldiaren misterioari
beti lotuta bizi izanik,
lortu dagigula berbiztearen betiko poza.
La base de la cruz lleva escrita esta sentencia: «Esta cruz la hizo hacer Rodrigo Abad de Mendecano vos que sois lector rogad al soberano».
