Con la ordenación presbiteral de Abdón Rodríguez Hervás en Bizkaia hay 222 curas.
En un gesto significativo, la ordenación no se ha celebrado en la catedral, como es habitual, sino en la localidad de Güeñes, cercano a las comunidades a las que Abdón ha servido en los últimos meses y con las que ha querido compartir un día tan especial. Le han acompañado en la celebración miembros de las comunidades, familiares y amigos, algunos provenientes de su Andalucía natal.

Homilía: `Del silencio que escucha a la palabra que salva´
En su homilía, el obispo Segura ha trazado un paralelismo entre la vida monástica de Abdón y su nuevo ministerio. «Abdón, has vivido años escuchando el silencio de Dios del claustro cisterciense. Has aprendido que la Palabra germina primero en el corazón que la recibe. Hoy, de escuchar pasas a sembrar«, ha afirmado.
El obispo se ha referido al desafío de ser sembrador de la Palabra en un mundo herido, subrayando que el ministerio no tiene garantizado el éxito, pero siempre se encuentra «tierra buena». Ha destacado la formación cisterciense del nuevo presbítero como una base sólida: «Tu formación te ha preparado para esto: para ser tierra buena antes de sembrar en ella«.
«El sacerdocio diocesano es distinto al monástico. Aquí no hay horarios fijos de oración. La vida interrumpe constantemente. Pero hay una continuidad profunda: servir a la Palabra», ha remarcado Segura antes de enviarlo con una exhortación final: «El mundo te espera. Cristo te envía. La Iglesia te bendice».
Agradecimiento desde la emoción
En sus palabras de agradecimiento, Abdón Rodríguez ha mostrado una profunda emoción. Primeramente a Dios, «porque es eterna e infinita su misericordia», reconociendo que en su camino no han faltado «momentos de dudas, de resistencias y de oscuridad», pero siempre se ha sentido «sostenido y consolado«.
Ha tenido un recuerdo especial para sus padres, «que ya están en el cielo«, y para sus familiares y amigos por respetar y apoyar decisiones «que a veces no eran fáciles de comprender, como ingresar en un monasterio o venirse a Bizkaia«.
ha dirigido su agradecimiento al obispo Joseba Segura por su apoyo y acompañamiento, a los diáconos de la diócesis por su acogida, con una mención especial para Gonzalo Eguía por animarle a regresar a Euskadi, y a todos los sacerdotes y comunidades parroquiales, especialmente a la Unidad Pastoral de Mendiarte. «Para mí ha sido la experiencia más determinante, gracias por el cariño y por el gozo de compartir la fe cada domingo», ha concluido.
Tras la celebración, el nuevo presbítero ha invitado a los presentes a un aperitivo en el colegio de las Hijas de la Caridad, frente a la iglesia, para continuar festejando un día que cierra una etapa y abre con esperanza un nuevo ciclo de servicio.
Bizkaiko abade barriaren berbak eskerrak emonaz.
— Diócesis Bilbao (@DiocesisBilbao) September 20, 2025
Agradecimiento a Dios, a su familia y amistades y a las comunidades que le han acogido. #75urte #batera pic.twitter.com/xpAm7QGYfY
De Jaén a Bizkaia, un camino de fe
Nacido en Chiclana de Segura (Jaén) en 1970, el camino de Abdón hacia el sacerdocio ha sido un viaje de fe y redescubrimiento. Tras apartarse de la Iglesia en su adolescencia, trabajó como educador social en la Fundación Diagrama. Fue en ese entorno donde, en contacto con religiosos, comenzó lo que él denominó su «interrogante de la fe«. Esta búsqueda lo llevó en 2005 a ingresar en la vida monástica con los cistercienses.
Vivió en la comunidad de Ziortza entre 2018 y 2021, un periodo marcado por la pandemia y el fallecimiento de sus padres. Tras un destino en un monasterio de Córdoba y un retiro en una ermita de Cataluña, decidió volver a Bizkaia, «donde me había sentido muy a gusto«, animado por el diácono Gonzalo Eguía. Fue el obispo Segura quien le apoyó para iniciar una nueva etapa en la diócesis, primero en Urkiola y después atendiendo pastoralmente varias parroquias.