La realidad que han presentado es compleja y heterogénea, por lo que las respuestas que se ofrecen desde la organización caritativa de la Iglesia son diversas e integradas en procesos de acompañamiento. “Queremos ofrecer oportunidades a las personas y familias afectadas generando valores, actitudes, iniciativas y comportamientos en la ciudadanía y en el conjunto de agentes sociales y económicos”, ha explicado el director de Cáritas diocesana Bilbao, Carlos Bargos.
Los problemas de soledad, enfermedad, conflicto y rechazo social “van más allá de la pobreza” y se percibe un “riesgo creciente” de dualización social. Han precisado que esto significa que la “población en riesgo de exclusión tiene muy pocas posibilidades de mejora” y la brecha con la población “integrada socialmente” se hace cada vez más patente.
Datos en Euskadi
Además de los datos relativos a Bizkaia hoy Cáritas ha dado a conocer la memoria anual de la entidad en Euskadi. En este sentido la entidad destaca que los principales problemas de las personas atendidas son “las dificultades de acceso al mundo laboral y la precariedad laboral”. Otro dato destacable es que las mujeres con hijas e hijos a su cuidado y con poca red de apoyo familiar y de amistades son las que mayores obstáculos encuentran para mejorar su situación.