Los asistentes quedaron gratamente sorprendidos con todo lo que allí se daba a conocer, desde los talleres de manualidades y cocina, hasta los grupos de mayores y vivienda, también acudió Kidenda con un stand de productos de Comercio Justo. Los jóvenes y entusiastas voluntarios del proyecto de infancia, Txikitxu con juegos malabares, pinturas faciales, cuenta-cuentos y su actividad de globoflexia hicieron las delicias de la chavalería que por allí se acercó. Además se degustaron deliciosos pintxos de tortilla, preparados por la gente del taller de cocina del proyecto FIS.
La jornada se cerró con una eucaristía concelebrada, presida por el vicario territorial y delegado episcopal de Cáritas diocesana, Kerman López, en la que con tono optimista destacó que, “… hay un 13% de paro en Margen Izquierda, es decir, 13 de cada 100 de nuestro vecinos no tienen trabajo. Dicho de otra manera, ¿no podrán 87 hacer que 13 no pasen apuros?”. Para los organizadores “Ahora lo que hace falta es que haya más gente que se anime a colaborar en Caritas, como voluntarios y con su aportación económica y que nuestras comunidades santurtziarras asuman la acción de Caritas como algo suyo que lo es”.
27.04.2009
Cáritas de Santurtzi pide nuevos voluntarios
“¿No podremos unos muchos, ayudar a unos pocos que tienen necesidad?” Esta es una de las preguntas que hacen los organizadores del acto de Fin de la campaña de sensibilización de Cáritas que, el pasado sábado, se celebró en Santurtzi. En el acto donde se dieron a conocer los trabajos que Cáritas lleva a cabo en la Unidad Pastoral, se incidió también en la necesidad de que nuevos voluntarios se sumen a su proyecto. Aunque las previsiones meteorológicas anunciaban lluvia y frío, durante toda la mañana lucieron en la plaza un montón de corazones luminosos que calentaron con su ilusión a todo el que por allí paseó. Desde primera hora estuvieron preparados los stands, en los que Cáritas exhibió las actividades que desarrolla. En un principio la presencia de visitantes no fue muy numerosa, pero, poco a poco, los santurtziarras se fueron animando a pasear por su parque y fueron numerosos los visitantes que se acercaron hasta los bajos de la Iglesia de San Jorge a interesarse por lo que allí sucedía.
