En la segunda mitad de la década de los 90, desde Misiones Diocesanas se empezó a valorar la posibilidad de ofrecer experiencias de corta estancia en los territorios de misión. El objetivo era mostrar la realidad de pobreza y desigualdad en los países del Sur y motivar la vocación misionera.
Por otro lado, desde el servicio de formación del laicado de la diócesis de Bilbao se planteó la necesidad de ofrecer una formación sobre la realidad Norte Sur, aportando una mirada creyente. En este contexto surgió el proceso formativo al que se sumaron el Instituto Diocesano de Teología y Pastoral y Caritas Bizkaia.
Formación a cerca de 400 jóvenes
Durante estos 29 años, unos 400 jóvenes de Bizkaia, mayoritariamente mujeres, han realizado el curso. Entre ellos, «han sido alrededor de 180 quienes han participado en las experiencias de verano«, tal y como señala Mertxe Agirre, de la delegación de Misiones, en una entrevista realizada en la emisora diocesana Radio Popular.
Testimonios del Curso Norte Sur https://t.co/PWNB4ron2c a través de @RadioPopular
— Bilboko Elizbarrutia (@DiocesisBilbao) June 20, 2024
Durante este curso han participado 9 personas. El sábado pasado tuvieron la última sesión. Realizaron conexiones con los equipos misioneros de ADSIS en Bolivia y Togo, lugares a los que acudirán algunos de ellos este próximo verano.
Testimonios
Nagore Cebrián, Iker Garitagoitia y Aitor Sagastui son tres jóvenes que han participado en el Curso Norte Sur y que ofrecieron su testimonio en su intervención en Radio Popular.
Nagore expuso que «en paralelo me he estado formando en desarrollo y cooperación internacional. Tener también este otro curso de Norte Sur que se hace desde esa mirada cristiana me ha parecido muy enriquecedor. Sobre todo también por la historia que tiene la Iglesia en la época de la colonización y cómo situamos ahora a los jóvenes eso«.
Aitor añadió que «también el hecho de conocer lo que es la Misión Diocesana a través de su historia contada de primera mano por dos misioneras que vinieron a darnos testimonio nos aportó bastante».
Iker subrayó que «es importante que nosotros empecemos a ser misioneros aquí en el día a día, en nuestros grupos, en nuestras casas, en nuestras vidas antes de dar el paso a tener las experiencias de verano«.