En la celebración se ha incidido en el momento en que vivimos “inmersos en una pandemia que ha modificado profundamente nuestras vidas, nuestra actividad cotidiana y nuestras relaciones” y reconociendo que el confinamiento y la severa normativa de limitar el contacto social, también está afectando a lo que es la vida y tareas del Movimiento de Vida Ascendente–Bizian Gora. “A pesar de todo, -señala su presidenta– queremos afrontar con ilusión este nuevo curso. Es momento de retomar nuestros planes, actividades y compromisos, siempre cumpliendo las normas de distanciamiento social, mascarillas e higiene. Necesitamos abrirnos a la esperanza de que también en esta situación es posible vivir el Evangelio con confianza y alegría”.
En la celebración se ha recordado a santa Teresa de Jesús, que hoy celebra su fiesta “queremos abrirnos al Espíritu de Jesús que nos reúne en comunidad para compartir la mesa de la Palabra y el Pan de la Eucaristía, lo hacemos –han dicho- en este día en que la comunidad cristiana celebra a Santa. Teresa de Jesús. Aquella mujer llena de Dios, deseosa de Dios, agradecida al amor de Dios, que supo trasmitir a su alrededor la fe y esperanza que llevaba dentro. Que su recuerdo y su testimonio nos ayude a comenzar con nuevos bríos este nuevo curso”.
Combatir la soledad
Al finalizar la Eucaristía se han expuesto los objetivos para este curso, el principal combatir la soledad de las personas del movimiento “y tener los ojos muy abiertos para detectar a las que estén a nuestro alrededor”, se han recordado los materiales de trabajo del curso: las reflexiones sobre el evangelio dominical que reciben semanalmente de parte del consiliario general, Ignacio Figueroa y el libro de guiones para para trabajar en las reuniones y que este año lleva por título “Alegraos y regocijaos” camino de santidad, así como los documentos que les van llegando desde la Diócesis.
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