Muchas personas voluntarias pasaron un día por este campo de trabajo y se quedaron “enamoradas” del trabajo que Bidesari realiza. “Puede sonar cursi, -destacan- pero es la realidad”. Cuando la gente se despoja de sus prejuicios y se encuentra con la persona y no con el preso, comienza a entender sus dificultades y le pide un esfuerzo para que las cambie, a la vez que va reforzando aquellos comportamientos que le ayudan a crecer.
“Muchos pueden creer que caemos en la compasión con esas personas, pero para nada ese es nuestro objetivo. Les estaríamos haciendo un flaco favor”, explica Miguel Yuste, Educador Social de Bidesari. “Creemos en que todas las personas son susceptibles de realizar cambios en su vida, siempre se puede aspirar a la mejora de alguna de las áreas de nuestra vida”, gracias a su trabajo personal y el apoyo que Bidesari les ofrece desde el marco teórico de la relación de ayuda. Una relación alejada de actitudes asistenciales, ya que se ofrecen actitudes donde al acompañarles con un estilo educativo concreto se busca despertar a la persona para que ella sea la protagonista de su vida y de sus cambios.
Yuste, concluye animando a acercarse “¡no os lo penséis mucho! Mi experiencia personal me dice que en los campos de trabajo uno debe de dar el paso, acercarse y después con el tiempo evaluar si mereció o no la pena. Y lo digo alto y claro, este campo de trabajo merece mucho la pena”. Más información: myuste@bidesari.org
17.07.2013
Comienza el Campo de Trabajo de Bidesari, en Zenarruza
Desde hoy hasta el próximo 5 de agosto, el monasterio de Zenarruza acoge el campo de trabajo organizado por Bidesari, de Pastoral Penitenciaria “experiencia –explican sus responsables- que permite a los participantes, ser conscientes de que existen otras formas de vida a la hora de relacionarnos, de disfrutar nuestro ocio, de reflexionar sobre nuestras vivencias, etc.…”