La iglesia de San Nicolás en el Arenal ha acogido el acto final de la jornada y en él, el obispo, ha destacado en su mensaje, que cada Gesto Diocesano invita a contemplar la situación de un grupo social que sufre con especial rigor las consecuencias de la crisis y quiere ser signo público de solidaridad, de apoyo, de ofrecimiento de ayuda, y al mismo tiempo de llamada de atención y, en su caso, de denuncia profética ante situaciones injustas y limitación de derechos fundamentales.
El obispo ha dicho que también en las personas mayores se evidencian las consecuencias de la crisis. “Los ha hecho más vulnerables, padeciendo, a su vez, limitaciones y recortes en las prestaciones y servicios que reciben. A pesar de ello, -ha añadido-, los mayores, en este tiempo, se han convertido para muchas familias en fuente del sustento diario y ayuda indispensable para no caer en el ámbito de la pobreza y la exclusión social”.
Monseñor Iceta ha querido destacar durante su intervención que el respeto y cuidado que una sociedad dispensa a sus mayores constituye uno de los principales indicadores de su grado de bondad, progreso y madurez. “Todos –personas, familias, instituciones públicas y privadas, administraciones, agentes sociales e Iglesia– debemos hacer un esfuerzo para que la crisis no suponga un deterioro en la atención a los mayores y para que su dignidad sea siempre promovida y respetada”.
17.05.2013
Concluye el Gesto Diocesano
En la jornada de hoy viernes 17 de mayo nuestra Diócesis ha celebrado uno de los actos centrales de su calendario anual: El gesto diocesano de solidaridad. Con el lema “Nos sostienen. ¡Reconócelo! Eskertu eta babestu!” el Gesto ha querido centrarse este año en la realidad de las personas mayores, que constituyen un numeroso grupo en la sociedad y en la Iglesia. El acto ha congregado a cientos de fieles, que han participado en la marcha desde la plaza Moyúa hasta San Nicolás, donde ha concluido el programa.
