En la nota publicada para la ocasión, la Diócesis alude al mensaje del papa Francisco quien recuerda que “los recelos y prejuicios se oponen al mandamiento bíblico de acoger con respeto y solidaridad al extranjero necesitado”.
A la pregunta de ¿dónde está tu hermano? dirigida desde el “pesebre, desde la huida, desde la bienaventuranza, desde la cruz” se responde dando prioridad a las necesidades de los más pobres, “para lograr el objetivo básico de no dejar a nadie atrás, prestando más atención a la precaria situación de los migrantes del mundo”.
Pastoral de Migraciones
El curso pasado la Diócesis de Bilbao abrió un nuevo espacio de acompañamiento a las comunidades en la atención pastoral a las personas inmigrantes. El ámbito se enmarca en la Delegación de Caridad y Justicia.
Datos
Según los últimos datos publicados por el Observatorio de la Inmigración “Ikuspegi”, el 8% de la población de Euskadi ha nacido en el extranjero. En Bizkaia, los bolivianos y colombianos concentran casi el 45% de las personas procedentes del continente americano. En cuanto a los europeos, la proporción de rumanos es mayoritaria y entre las personas de origen africano, la mayoría provienen de Marruecos.
La Organización Internacional de las Migraciones (OIM) ha dado a conocer el número de personas fallecidas “en peligrosas travesías emprendidas con la esperanza de encontrar mejores condiciones de vida”. El año 2014 han muerto 4.868 personas por esta cuestión. La mayoría de ellas han fallecido ahogadas en el mar Mediterráneo (3.224 personas).
El 18 de enero la Iglesia celebrará la jornada mundial de las migraciones bajo el lema “Una Iglesia sin fronteras, madre de todos”.
18.12.2014
“Curaré heridas con mis manos y denunciaré las muertes en el mar»
La Delegación de Caridad y Justicia, en la que se enmarca la Pastoral de Migraciones en la Diócesis de Bilbao, ha publicado una nota con motivo del Día Internacional de las Personas Migrantes. El mensaje recuerda que aunque la Iglesia celebra la jornada de las migraciones dentro de un mes, hoy, nuestra Iglesia local quiere unir su voz a las de los millones de personas que por diversas circunstancias abandonan sus hogares, su familia y su país de origen “emprendiendo el arriesgado viaje de la esperanza”.