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09.08.2018
El prelado agustino bilbaíno realiza su servicio en Iquitos (Perú)

D. Miguel Olaortua: “El papel fundamental de un obispo en la selva es estar cerca de la gente”

El obispo bilbaíno presidió ayer la celebración que las dominicas de Lekeitio tuvieron con motivo de la festividad de su fundador. Miguel Olaortua está pasando unos días de vacaciones en Bizkaia y volverá a la Amazonía peruana a primeros de septiembre. Hoy Día Internacional de los Pueblos Indígenas, el prelado pone de manifiesto la importancia que tendrá para los habitantes del entorno el Sínodo convocado por el papa para octubre del 2019.

¿Qué puede suponer el Sínodo para la Amazonía?

En principio es un despertar de las conciencias de la Iglesia para tomar protagonismo a nivel social ante unas tierras que están devastadas por la explotación petrolera, maderera… Al fin y al cabo, respeto a las culturas indígenas que es lo que le preocupa al papa.

¿Cómo es el día a día de los habitantes de la zona del Perú en la que se encuentra?

Ellos viven al día. No tienen una cultura del ahorro y les basta con tener un poco para comer, vivir muy cerca de los ríos porque viven, sobre todo, de la pesca y de la agricultura. Ahora en la ciudad se está viviendo algo del turismo y de los servicios, pero fundamentalmente el pueblo amazónico vive.

¿Cuáles son las necesidades fundamentales de los habitantes de la Amazonía?

Primero la dignidad de la persona. Que se respeten los derechos humanos, porque hay muchas facetas de la vida que no se respetan y también formación, cultura, otra visión del mundo respetando, por supuesto, la interculturalidad.

¿Qué servicio desempeña como Vicario Apostólico en Iquitos?

Un poco de todo. Estoy en la ciudad, también en los ríos. Por una parte, mantener la unidad con la Iglesia Universal, pero, sobre todo, el papel fundamental de un obispo en la selva es la cercanía a la gente visitando, acompañando, escuchando y ayudando. Es esto lo que la gente valora.

Las noticias que nos están llegando de algunos lugares como Nicaragua o Venezuela no son muy halagüeñas. ¿Qué lectura realiza?

Nosotros estamos siguiendo los acontecimientos sociales e intentamos tener una política común desde las diferentes Conferencias Episcopales. Nuestra Conferencia Episcopal de Perú se ha hecho presente con un comunicado y con ayuda económica a Venezuela y con Colombia a través del CELAM (Conferencia Episcopal Latinoamericana) tratando de coordinar las necesidades y el apoyo moral que necesitan.

Ahora antes de venir hemos calculado con el embajador que en Perú para Navidades habrá medio millón de venezolanos desplazados.

¿Perú tiene capacidad para acoger a tanta gente?

Sí porque el pueblo peruano está muy agradecido cuando los peruanos tuvieron que emigrar en las peores épocas del gobierno de Alán García. Ahora no se oye ninguna voz en contra de los venezolanos. Las acogidas se están llevando a cabo a través de instituciones eclesiales, ONGs etc.

¿Cuál es la relación de la Iglesia y el gobierno peruano?

De momento está empezando y se puede decir que es diplomáticamente bueno, pero por lo menos en las formas es bueno. En los contenidos hay temas de debate muy fuertes, lógicamente.

Estos días en Lekeitio. ¿Hasta cuándo?

Este mes de agosto. El día 2 de septiembre tengo que ir a Lima porque comienza la Asamblea de la Conferencia Episcopal en Perú.