Desde ayer, nuestra Diócesis tiene tres nuevos curas

El obispo de Bilbao, Mons. Mario Iceta, presidió la multitudinaria celebración, acompañado por el obispo emérito de San Sebastián, Juan María Uriarte, los  miembros del Consejo Episcopal, el Cabildo catedral y más de 100 presbíteros diocesanos, religiosos y diáconos permanentes.
Mons. Iceta que en su carta para el Día del Seminario pedía orar, de modo particular, “por nuestros seminaristas y colaborar con las necesidades del seminario en la medida de nuestras posibilidades”, invitaba, además, a acercarse al seminario “a conocer a los seminaristas y el modo en que se desenvuelve su preparación para ser los presbíteros entregados, alegres y humildes que necesitan nuestras comunidades”.
En su homilía de ayer, el Obispo, señaló que la vocación de entrega es “dar la vida por los demás”. En su alocución también mencionó las palabras del Papa Francisco en la “Amoris laetitia” sobre el individualismo exacerbado y la economía actual “que genera tantas injusticias, tantas hambrunas…”
Dirigiéndose a los nuevos ordenandos les dijo “El Señor os acaba de llamar, como el ángel a María”. Tras la imposición de manos por parte de todo el presbiterio presente les recalcó “no estáis solos. Las manos os van a acompañar toda la vida, para que no viváis en la soledad sino, en la compañía de Dios. Encomendaos hoy a la Virgen María. Poneos en su regazo. No en vano se eligió este día de la Inmaculada Concepción para vuestra ordenación”.
Tras concluir todo el rito de la ordenación y la Eucaristía a la que Miguel Ángel, Borja y Miguel, se incorporaron como presbíteros y Carlos como diácono, el obispo concluyó su alocución diciéndoles “Ojalá que la Virgen María os ayude siempre a vivir en este reino de Dios de amor justicia y paz. Que así sea”.
Agradecimientos
Antes de concluir la celebración, Borja, en nombre de sus compañeros recién ordenados y en el suyo propio, leyó un texto de agradecimiento. Comenzó dando gracias a Dios “verdadero protagonista de lo que hoy ha ocurrido aquí”, dijo. Prosiguió agradeciendo a la Iglesia “por la acogida y la confianza en nosotros, a los obispos, Iceta y Uriarte, a los diáconos que acogen a Carlos, como hace unos meses nos acogieron a nosotros”.
También agradecieron a sus ya hermanos en el ministerio, los presbíteros, “queremos –destacó- tener presentes de forma especial a los curas mayores, ¡tenemos tanto que aprender de vosotros! Pedimos que nos acompañéis”.
Otro agradecimiento especial fue para el Seminario: A Aitor, a Dionisio, a Eusebio…, a sus compañeros los seminaristas actuales y a los que ya se han ordenado. Dieron gracias también a sus familias “por vuestra generosidad y acompañamiento. ¡Solo Dios sabe la grandeza de vuestro amor!”. No se olvidaron de las parroquias y comunidades en las que han estado estos últimos años, los curas que les han acompañado y los lugares en los que han realizado su formación.
Borja concluyó dirigiéndose a los fieles allí presentes “sabemos –dijo- que habéis rezado mucho por nosotros. Seguid haciéndolo, por favor. Y no os olvidéis de corregidnos cuando veáis que no estamos haciendo bien algo. Gracias”.