Los franciscanos. Una institución en el Urdaibai. ¿verdad?
Ciertamente la presencia de los frailes franciscanos en el gernikesado ha formado parte ininterrumpida del paisaje: el fraile de hábito marrón, cordón blanco y sandalias desnudas recorriendo sus calles, caminos y valles como predicadores, confesores, acompañando a los enfermos o como limosneros de alforja al hombro. Con el paso del tiempo la Diócesis de Bilbao nos fue encomendando algunas parroquias rurales de la zona.
El año 1971 ¿fue clave en la biografía de Félix Bilbao?
Fue cuando el entonces obispo auxiliar de la Diócesis, Mons. José María Cirarda me encomendó poner en marcha una parroquia nueva en la zona en expansión del Asilo Calzada. Como todo nuevo proyecto pastoral despertó en mí una gran ilusión y entusiasmo. Pero, aquellos inicios fueron duros por carecer de infraestructura y de los recursos adecuados. Junto con Fr. Ángel Lorenzo Aramberri, tuvimos que multiplicar nuestras atenciones en diversos centros y capillas de la zona: en la iglesia de san Pedro de Lumo, en la ermita de Santa Lucía y en la capilla del Asilo Calzada.
¿Fue en 1997 cuando se formó la nueva y única comunidad parroquial?
Siendo ya Fr. José María Azkue el nuevo párroco, se inauguró la actual iglesia parroquial de San Francisco de Asís. Una casa espaciosa y entrañable, capaz de acoger a toda la familia parroquial hasta entonces dispersa.
Tras estos casi 50 años de servicio ¿Qué destacaría?
Durante estos años se han ido sucediendo diversos párrocos y coadjutores franciscanos que han convivido gozosa y fraternalmente con los vecinos y feligreses de Gernika. Agradezco a todos los que han compartido las tareas pastorales junto a nosotros.