“Al principio, -señala Goicouria– nadie creía en la gravedad de esta segunda enfermedad. Pero el Gobierno tenía una percepción diferente de lo que estaba pasando y que también podría ocurrir en el Congo y determinó una serie de medidas con el fin de que la enfermedad no nos atacara: Supresión de la enseñanza, de culto, de reuniones, de manifestaciones incluso de orden político, lavarse las manos con frecuencia…”
Respecto al confinamiento Xabier dice que la mayor parte de las familias viven en unos espacios reducidísimos. “Dos pequeñas habitaciones de 4 x 4 albergan a los padres, los ocho hijos de la familia y tal vez a algún abuelo. Las casas sirven principalmente como lugares para pasar la noche. Durante el día viven todos en el exterior: los niños a la escuela, la madre irá a vender al mercado las frutas u hortalizas que haya comprado en la estación del ferrocarril para venderlo al por menor y sacar algo que les permita comer en casa, el padre irá a trabajar por su cuenta porque no tiene un trabajo fijo o irá a cultivar los campos. La gente dice: ´Que me dejen en paz, qué más me da morir de coronavirus si de la otra forma voy a morir de hambre’”. Pero además de pasar mucha necesidad, en África está muy vigente la solidaridad. Hay países que ponen sus recursos a favor de otros y que acogen personas refugiadas llegadas desde otros puntos del continente africano. Los valores como la familia y la solidaridad forman parte de su día a día. Por ejemplo, donde trabaja Goicouria está la experiencia de las Wamamas, mujeres viudas que se han unido para acoger a niños y niñas huérfanos, o que están solos y que han formado una comunidad. En su viaje a RD Congo, hace unos años, nuestro obispo de Bilbao y obispo responsable de Misiones Diocesanas Vascas, Mons. Mario Iceta, tuvo la oportunidad de conocerlas. Otra de las figuras importantes en las comunidades son los y las catequistas, muy valorados en sus pueblos. Además varios de ellos han venido a nuestra Diócesis a participar como Voces del Sur, en la campaña de Misiones.
La de hoy también puede ser una buena fecha para replantearnos nuestro consumo en tecnología y reconocer que, en muchas ocasiones, nuestra manera de actuar aquí repercute en lo que les pasa allí (ej. coltán para los moviles).
Manos Unidas
Desde Manos Unidas nos explican que la crisis sanitaria producida por el coronavirus en gran parte del mundo, parece que, por el momento, no ha llegado al continente africano con la fuerza e intensidad que se vaticinó en los primeros días de la pandemia. En opinión de los expertos, las tempranas medidas de confinamiento y de prevención, la juventud de la población y el menor tránsito internacional entre países africanos y otros países más afectados por la pandemia, han sido y son, el motivo por el que la pandemia no se ha extendido por el continente con la misma virulencia que en otros lugares.