¿Cómo estáis viviendo la experiencia?
Hay dos características que nos han llamado la atención de la gente aquí en Quevedo: la primera es la presencia de Dios en la vida de cada una de las personas de la comunidad y al mismo tiempo la amabilidad, la hospitalidad, la acogida de la gente.
¿Qué actividades habéis realizado hasta ahora?
Tuvimos oportunidad de acompañar al grupo de Pastoral penitenciaria en la cárcel de la ciudad de Quevedo, donde vimos las condiciones que reúne el centro y el modo en el que viven los reclusos. Celebramos la Eucaristía y pudimos dialogar a la conclusión de la misma, mientras las personas del grupo de Pastoral repartían pan entre los presos.
¿Estáis inmersos en la vida parroquial?
En Ecuador el curso Pastoral se encuentra en su mitad y a lo largo de esta semana se desarrollan una serie de actividades que se engloban en un proyecto que se denomina Misión.
La dinámica este curso consiste en llevar a cabo una serie de visitas a las casas, en las que se presenta el tema a tratar en torno a la familia y el matrimonio cristiano.
Se trata de una actividad en la que los jóvenes, junto con sus catequistas, visitan las casas de sus compañeros y llevan en la calle o en lugares habilitados para ello las actividades programadas en torno a la familia.
¿Qué os ha llamado la atención al visitas las casas de los vecinos?
Hemos podido comprobar en primera persona, al visitar diferentes casas, las condiciones en las que viven aquí en Quevedo, alejados de las comodidades occidentales, pero con Dios presente en las vidas y en los corazones con una amabilidad y una hospitalidad que conmueve.