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04.12.2009

Dos seminaristas y un candidato a diácono reciben el Lectorado

El 8 de diciembre, la Iglesia conmemora la solemnidad de la Inmaculada Concepción y en nuestra Diócesis, además, tradicionalmente en esa fecha, se celebra el Día del Seminario Diocesano, que cuenta en la actualidad con 7 seminaristas, de los cuales, cuatro son nuevos incorporaciones de este curso. Monseñor Blázquez, que dos días antes, el domingo 6, presidirá la ordenación del trinitario Koldo Alzola, en Algorta, estará, el martes por la mañana, presidiendo la celebración de la Inmaculada Concepción en la Catedral de Santiago, a partir de las doce del mediodía y, por la tarde, la celebración de la Institución del Ministerio de lectorado a Jovaisa Herrán, Ignacio Fernández e Iñaki González, a partir de las siete de la tarde, también en la catedral.

El Lectorado, que recibirán el próximo martes Jovaisa, Ignacio e Iñaki, se instituye en una ceremonia litúrgica, normalmente dentro de la Eucaristía, haciendo entrega de la Biblia a quienes lo reciben. Sus funciones serán las de “proclamar la Palabra de Dios, excepto el Evangelio; salmista; director de canto y lector de la oración de los fieles, además de ser monitor, catequista litúrgico e instruir a lectores ocasionales de la Sagrada Escritura en los actos Litúrgicos”, según explica el rector del seminario, Rafael Sáez, quien concluye diciendo que “para realizar estas funciones tendrán que meditar con asiduidad la Sagrada Escritura”.
Ignacio Fernández (Ermua, 1970), ingresó en el Seminario en 2006 y estudia 4º de Teología, actualmente está en la Unidad Pastoral de Galdakao y colabora con Bidesari y Pastoral Penitenciaria. El rito de la admisión lo realizó en mayo de 2009, al igual que Jovaisa Herrán (Getxo, 1986), que ingresó en el Seminario en 2005 y estudia en la actualidad 5º de Teología. Jovaisa trabaja pastoralmente en las parroquias de Zalla. Por su parte, Iñaki González, tiene una trayectoria diferente: en noviembre de 2008 fue admitido, por el obispo de Bilbao, como candidato al Diaconado Permanente; pertenece a la parroquia de San Vicente Mártir de Abando, está casado desde hace 26 años y tiene dos hijos, laboralmente trabaja en el mundo de la enseñanza y en el campo de la consultoría.
Día del Seminario
Los responsables del Seminario Diocesano, con motivo de su festividad, han enviado a las parroquias y centros de culto materiales litúrgicos para las celebraciones de ese día. Además, con ocasión de la celebración del año santo sacerdotal, han elaborado una pequeña carpetita con oraciones para cada día del año por cada uno de los sacerdotes de la diócesis, empezando por el ordenado en fecha más antigua, que es Esteban Manterola (6-6-1936), hasta el último, Néstor Díaz (8-12-2008). En el envío incluyen también una oración para los niños de la catequesis y los colegios, para que recen por los curas que conocen y la carta que nuestros obispos, monseñores Blázquez e Iceta han escrito con motivo del Día del Seminario 2009 en la que comienzan diciendo que “La celebración del Día del Seminario viene enmarcada este año en la Celebración del Año Santo Sacerdotal en toda la Iglesia Universal. En palabras del Santo Padre Benedicto XVI, quiere ser “un año positivo y propositivo en el que la Iglesia quiere decir, sobre todo a los sacerdotes, pero también a todos los cristianos y a la sociedad mundial, mediante los medios globales de comunicación, que está orgullosa de sus sacerdotes, que los ama y los venera, que los admira y reconoce con gratitud su trabajo pastoral y su testimonio de vida.” (Benedicto XVI, Carta Convocatoria año santo sacerdotal junio 2009).
Los obispos continúan su texto indicando que “El ministerio de los sacerdotes es imprescindible para la comunidad cristiana. Como afirma el prefacio de las Ordenaciones, “ellos renuevan en nombre de Cristo el sacrificio de la redención, preparan a tus hijos el banquete pascual, presiden a tu pueblo santo en el amor, lo alimentan con tu palabra y lo fortalecen con los sacramentos” (Prefacio I Ordenaciones). Damos, por ello, gracias a Dios por tantos presbíteros, tanto diocesanos como religiosos, que en nuestra Diócesis han entregado y entregan día a día su vida en el servicio de Dios y de los hermanos. Su labor constante, entregada, fiel, alegre, callada es un testimonio elocuente del cuidado de Dios sobre su Pueblo por medio del ministerio de nuestros sacerdotes”.
En referencia al nuevo Plan de Evangelización (PDE) que se ha puesto en marcha este curso pastoral, los prelados destacan que “Con ilusión y esperanza hemos promulgado el nuevo Plan Diocesano de Evangelización, con el fin de revitalizar nuestras comunidades cristianas, a la luz de la Palabra de Dios para ser testigos de su amor a la humanidad. En él nos hemos referido a la necesidad de que los niños, adolescentes y jóvenes puedan plantearse adecuadamente la pregunta por su vocación personal en la Iglesia (Objetivo específico 4) para ello queremos cuidar el discernimiento vocacional en la iniciación cristiana, el acompañamiento personal y la promoción de actividades orientadas a la pastoral vocacional específica a la vida religiosa y al ministerio ordenado (Acciones 4.2 y 4.3)”.
Los obispos continúan su carta a todos los diocesanos mirando “a nuestro Seminario Diocesano, donde se forman los futuros presbíteros, adquiriendo la preparación necesaria y sobre todo la configuración vital con Jesucristo Buen Pastor. En este momento son siete los seminaristas que han respondido generosamente a la invitación que, con amor de hermano, les ha dirigido el Señor. Han percibido la llamada del Maestro que les invita con Él a echar de nuevo las redes, siendo sus discípulos y testigos de su amor”. También hacen referencia al lema del día del Seminario de este año “Para que también vosotros lo hagáis” (Jn 13, 14), “Es la invitación del Señor a todos los cristianos. Haced vosotros lo mismo que yo, amaos los unos a los otros, entregad vuestra vida por amor, lavaos los pies unos a otros, como lo hace el Maestro con cada uno de nosotros. Pero es también una invitación que se dirige de modo particular a los sacerdotes, configurados con el Siervo de Yahveh, “que no ha venido a ser servido, sino a servir y entregar la vida” (Mc 10, 45)”.
“Todos los miembros e instituciones de nuestra Diócesis debemos sentirnos implicados en la tarea de la promoción vocacional. Nuestro clero diocesano, entregado y fiel, va envejeciendo y disminuyendo. Son ya numerosas las parroquias y comunidades que no cuentan con un presbítero que las atienda a tiempo completo. Nuestros sacerdotes se ven multiplicados para atender diversas comunidades y repartirse por territorios amplios de la Diócesis. Pero junto a la constatación de esta realidad, estamos seguros de que el Señor sigue llamando a muchos jóvenes a ser obreros de la mies”, continúan. “En este día del Seminario, agradezcamos al Señor el don que supone para nosotros la vida y ministerio de nuestros sacerdotes. Pidamos con fe y constancia que suscite nuevas vocaciones a este ministerio. Agradezcamos la entrega y dedicación de los formadores, profesores y de quienes colaboran en la promoción vocacional. Pidamos al Señor con una oración constante que suscite nuevas vocaciones en nuestra Iglesia diocesana. Es también un día para que colaboremos económicamente, con generosidad, en el sostenimiento de nuestro Seminario y de las actividades de promoción vocacional. Somos conscientes de tantos detalles de cercanía, compromiso y ánimo que constantemente tenéis hacia quienes se preparan al ministerio sacerdotal. Os lo agradecemos de corazón”. Mons. Blázquez y mons. Iceta concluyen su carta pidiendo “a nuestra Madre, la Virgen María que este Año Sacerdotal sea ocasión para que muchos jóvenes respondan con generosidad a la llamada del Maestro y lo sigan en el ministerio sacerdotal, que es un ministerio apasionante de alegría en el servicio”.