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05.05.2016

“El cambio ecosocial supone que menos es más”

El sociólogo Rafael Díaz Salazar pasó ayer por Bilbao para ofrecer algunas claves sobre el tema ecológico, cuestión que considera “nuclear” y en la que aún hay “mucho analfabetismo y poca sensibilidad”. En este sentido, se congratuló porque el Gesto Diocesano de Solidaridad que  celebra hoy la Diócesis  se centre en la Encíclica del Papa, quien ha conseguido que el tema de la ecología ligado a las desigualdades sociales entre en las agendas políticas internacionales. Charla completa aquí.

El docente de la Universidad Complutense de Madrid, invitó a los presentes a ser verdaderos activistas del cambio ecosocial que significa, entre otras cosas, “superar el sistema de explotación natural y laboral”. Manifestó que el decrecimiento y el capitalismo son antagónicos porque esta transformación implica “trabajar menos, para trabajar todos para vivir mejor con menos”.
El cambio ecosocial significa darse cuenta de que menos es más y ésta “es la verdadera innovación, porque todo lo demás es “puro marketing político”, dijo citando a los partidos que no priorizan en sus programas el tema de la ecología y las desigualdades sociales.
Díaz Salazar realizó un llamamiento para que se cree una nueva interdependencia económica a nivel internacional; solicitó una cultura ecológica de la autocontención, el límite, el cuidado y la frugalidad y habló de la cultura de la piedad cósmica, que significa “que cada vez se siente menos dolor” por los estragos que se infringen a la naturaleza.
La educación: piedra angular
“La educación no se puede subcontratar, es responsabilidad de la familia”, señaló. Apostó por los movimientos infantiles y juveniles “que son fundamentales para educar en el activismo”. El ponente acuñó un término nuevo: el del PIC -Producto interior de crecimiento-. A su modo de ver éste debería contar más que el PIB porque está sustentado en siete dimensiones fundamentales: “el conocimiento de uno mismo, la dimensión reflexiva, la moral, amar la belleza y el arte,  la meditación laica, aprender a contemplar y explorar la vivencia religiosa”.
 

Rafael Díaz Salazar.