22-12-2024 Domingo, IV semana - adviento
Bizkeliza 5 Obispo 5 El clero de Bizkaia celebra una jornada especial
23.05.2024
Aniversarios de las ordenaciones sacerdotales

El clero de Bizkaia celebra una jornada especial

La Iglesia celebra hoy la festividad de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote. Es el día en el que los presbíteros de la Diócesis de Bilbao celebran los aniversarios de sus ordenaciones sacerdotales. Un año más, el clero, junto con sus familias y personas cercanas de las comunidades en las que han desarrollado su tarea pastoral a lo largo de los años, han disfrutado de una jornada de recuerdo y fiesta.

La jornada ha comenzado con una reflexión en torno a la sinodalidad, impartida por José San José Prisco, Decano de Derecho Canónico de la Facultad Pontificia de Salamanca y uno de los expertos que nombró el pontífice para el Sínodo.

El ponente ha destacado que, el comienzo del proceso del Sínodo es importante y que la piedra angular es la corresponsabilidad de toda la comunidad eclesial. «El problema de estas cuestiones es que, siendo necesario, pueda pasar desapercibido para muchos y, acabado el pontífice acabe el movimiento. Esto sería muy triste«, ha matizado.

Celebración en la basílica de Begoña

La basílica de Begoña ha acogido la celebración de los aniversarios sacerdotales del clero de la diócesis de Bilbao. El obispo ha presidido la eucaristía concelebrada por el vicario general, vicarios territoriales, presbíteros y diáconos.

Joseba Segura ha agradecido a los presbíteros su servicio a las comunidades y les ha pedido cuidarse, tratarse con afecto «evitando juzgarnos con dureza» y preocuparse, especialmente, «de quien anda triste o abatido».

Homilía completa del obispo de Bilbao

HOMILÍA COMPLETA DEL OBISPO:

 Cristo Sumo y eterno sacerdote. Kristo Abade Nagusi eta Betierekoa (2024)

Urteurrenak ospatzen dozuezan abade eta fraileok, ondo etorriak eta zorionak zuei, hainbeste urtez munduaren pekatua kentzen dauan Jesusen, benetako Jainkoaren Bildotsaren arrastoari jarraituz bizi izan zarielako. Eta ondo etorriak baita be eleizkizun honetan batu zarien eleiz gizon eta eleiztar guztiok.

Iguales y diferentes

Recibir la vida sin haberla merecido nos iguala, pero al mismo tiempo en ese mismo nacimiento e incluso antes, somos singulares, somo diferentes. Estamos unidos en la carne, en una misma biología, una misma experiencia del cuerpo que crece y que decae, que madura y se marchita.

Vivimos en una misma tierra, nuestra casa común, tenemos una historia compartida de millones de años de luchas y evolución. Construimos barreras ficticias para marcar las diferencias, hasta que finalmente la muerte destruye esas pretensiones y rebela nuestra identidad fundamental.

Pero somos también seres humanos personales, distintos, realmente diferentes, con un alma particular, con una saga de familias y apellidos, nacidos en un momento concreto de la historia, en una cultura específica, en un lugar determinado. Bardinak gara eta, aldi berean, desbardinak, bana-banakoak.

Todas y todos bautizados, con vocaciones diferentes

Nosotros, los miembros de esta comunidad, somos además bautizados. Y así entramos a participar de la vida de Cristo, muerto y resucitado.

Kristo dogu benetako bitarteko eta argi / bai mundu honetako bizitzan eta bai heriotzaren osteko ibilbidean be.

Aquí nos reúne Jesús, el primero de los vivientes, que hizo el recorrido completo por la vida y por la muerte y que volvió de esa experiencia para convertirse en mediador, en faro de los que le seguimos entre brumas, dando tumbos, pero intentando no alejarnos de su presencia sabia y amigable. Y así avanzamos, de la mano del único sacerdote eterno, que trasiega con nuestras alegrías y penas hasta que se agota este cuerpo mortal del que los nuevos gnósticos nos quieren liberar.

Todos bautizados, todas y todos viviendo la vida de Cristo en vocaciones diversas, transitando caminos distintos, pero unidos en una misma fe, con un modo peculiar de ver las cosas y los acontecimientos, bautizadas y bautizados pidiendo al ES que obre el milagro de ir configurando nuestros corazones en el corazón de Cristo.

El regalo del ministerio ordenado

Iguales y diferentes. Hoy celebramos el regalo de una diferencia; la del ministerio ordenado. Son fechas redondas 25, 60, 70, hasa 75años de entrega sostenida de hermanos nuestros en un servicio al que han dedicado ya mucha vida y en el que quieren seguir hasta el final.

Baleiteke gure bokazinoa txikia izatea, baina Kristoren argia handia da eta horri esker / geu be argi izan gaitekez beste batzuentzat.

A vemos avanzamos tropezando, otras con más claridad y confianza, pero deseando siempre ser inspirados en el ejemplo del Buen Pastor que nos acompaña y nos conforta. Estos hermanos han servido en lugares distintos, en tareas diversas, ejerciendo un ministerio al mismo tiempo igual y diferente, sirviendo a la Palabra, en la liturgia, mediando la gracia sacramental, gracia eucarística, gracia de reconciliación, acompañando a la gente en su existencia, reflejando la luz del cirio pascual, símbolo de la gran luz que es el Señor mismo. Cristo, único pastor bueno, el único capaz de atravesar el valle de tinieblas y volver vivo, el único que nos puede ungir como “Alter Christus, Ipse Christus”, “otros Cristos, como el mismo Cristo,” y así poder acompañar otras vidas porque antes le hemos dejado iluminar y transformar la nuestra.

La vida que llega con Jesús, esa de la que somos portadores, es esperanza radical solo porque no acaba en el cementerio. Ese Cristo que llevamos mejor o peor en nosotros, ha marcado la historia con una huella imborrable, una huella que es al mismo tiempo memoria humilde y a la vez imbatible y poderosa. Un mediador que un día llegará de nuevo, como juez exigente y misericordioso, solo Dios sabe cómo será esa, para sanar todo lo que nuestra falta de fe y de amor no haya logrado ni tan siquiera remendar.

Barro esperanzado

Fede, itxaropen eta maitasuna lotuta dagoz. Fedean iraun gura dogu, egunen baten Kristoren mahaian eseriko garala-eta itxaropenari eutsiz eta gure hartu-emonetan adeitasuna eta eroapena agertuz.

Sabemos que somos barro. Por eso, porque lo sabemos, pedimos también perdón por no estar a la altura de la gracia recibida, por no haber salido como Cristo a buscar a la oveja perdida, por haber escuchado poco y haber hablado mucho, por sentirnos desanimados y no confiar en el Señor, por la distancia entre lo dicho y lo hecho. Pero no desesperamos. Somos barro, pero barro esperanzado. Y por eso hoy le decimos al único Sacerdote eterno que queremos mantenernos en la fe, que renovamos nuestro deseo de vivir con verdad este ministerio, confiando en que un día, con el resto de bautizados que arrastran exigentes cargas en el mundo secular, con los religiosos y religiosas que se levantan cada día renovando el compromiso con su carisma, también nosotros podremos sentarnos con todos ellos y ellas en la mesa del banquete eterno. Y donde hay fe y esperanza, siempre hay caridad. Y por eso nos cuidaremos, nos trataremos con afecto, evitaremos juzgarnos con dureza, nos tendremos paciencia, nos perdonaremos con generosidad y nos preocuparemos especialmente de quien anda triste o abatido.

Eskerrak emongo deutsaguz Jaunari, Kristok bere Gorputz eta Odola emotean, gugaz behin betiko ituna egin daualako. Eskerrik asko fedez eskaintza hori ospatzera etorri zarien guztioi.

Hermanos presbíteros: felicidades por tantos años de ministerio. Sigamos cultivando la fe, la esperanza y ese amor que seguirá incorruptible cuando todo lo demás desaparezca. Sigamos adelante en este peregrinar agradecido de los que saben que han recibido más de lo que han podido dar. Caminemos cada cual según su condición, unos más cansados que otros, pero todos en la misma dirección, la que nos acerca al Señor, paso a paso hasta que el vuelva y ya no necesitamos mediadores. Ese día veremos todo con nitidez y a El cara a cara, vestido de una blancura inimitable. Mientras tanto pidamos el don de la mística, que es la experiencia de los que viviendo en la carne han visto aquí y allí a Jesús transfigurado y son capaces de vislumbrar destellos de lo que un día esta humanidad sufriente puede llegar a ser. Mientras tanto sigamos buscando, orientados por el rumor de esa fuente de amor puro, sin mancha ni ambigüedad, de ese sacerdote puente que une orillas distantes y cernas, a la vez uno de nosotros y radicalmente distinto. Un sumo sacerdote que desea elevarnos a una entrega mayor y, mientras lo consigue, nos ayuda al menos a ser mediadores aceptables.

Joseba Segura Etxezarraga

Obispo de Bilbao

Festividad de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote

La jornada ha finalizado con una comida fraterna en la Casa de Espiritualidad de Begoña.

Algunos de los presbíteros que han celebrado su aniversario y el obispo