Este año, tras la ordenación de tres presbíteros que tuvo lugar en septiembre, son tres los jóvenes que se encuentran en los distintos procesos de formación en el Seminario. Gaizka Egaña, Patxo Ateca y Roberto Carlos, acompañados por el equipo formado por el rector, Ignacio Fernández; el director de estudios, Manu de las Fuentes y el director espiritual, Miguel Vera, conforman la vida del seminario.
El obispo, sobre la vocación
El obispo Joseba Segura, en su carta para la jornada afirma que responder a una vocación, cualquiera que sea, representa el modo concreto de asumir la llamada que Dios hace a cada persona para amar y servir a la humanidad en la que vive. “La vida entera puede entenderse como una vocación. Cada momento, cada acción, cada relación con las demás personas, constituye una oportunidad de responder a ese plan de Dios de mostrar su amor por la humanidad. Así, con humildad y con confianza, quienes viven su vida como una vocación, se convierten en luz de Cristo para el mundo”.
“Nuestro seminario -añade Segura– acoge a los jóvenes que han percibido en sus vidas la voz de Dios para entregar su vida a sus hermanos y hermanas en el ministerio del presbiterado. El seminario aspira a ser para ellos una ayuda en ese discernimiento que cada persona debe hacer para acoger y hacer fructificar los dones y gracias que Dios le concede”.
En su carta afirma que el ministerio ordenado es esencial en nuestra Iglesia, “porque la Iglesia no vive de sí misma, sino de la Eucaristía. Por eso el seminario debe ser un lugar especialmente querido por toda la Iglesia que camina en Bizkaia, y ese cariño se manifestará en nuestra oración, nuestra cercanía y nuestro apoyo”.
Este año, tras la ordenación presbiteral de tres seminaristas, en septiembre, son tres los jóvenes que se encuentran en el Seminario en distintos procesos de formación. Gaizka Egaña, Patxo Ateca y Roberto Carlos Barón, acompañados por el equipo formado por el rector,