El director del IDTP, Javier Oñate, ha sido el que, en nombre de la Diócesis, ha reconocido la labor que realizó Patxi Ituarte junto a Eloísa Larrea y José Ángel Ubieta para organizar e impulsar la Asamblea Diocesana. “Patxi incluso se desplazó a Barcelona para aprender de la experiencia que tuvieron allí”.
El homenajeado, además de agradecer el reconocimiento se ha referido a la colaboración que tuvo de “muchas personas comprometidas”.
El recuerdo a la Asamblea Diocesana ha sido por tercera semana consecutiva, el tema central del ciclo `Talaiatik´. Los participantes de la sesión matinal la religiosa y teóloga, Mari José Arana; el presbítero Ángel Unanue; la delegada de Caridad y Justicia, Belén Rodero y el diácono, Gonzalo Eguía han realizado un recorrido de la Asamblea teniendo en cuenta los surcos y sedimentos dejados.
Mari José Arana se ha referido al tema de la mujer y de la vida religiosa en la Asamblea. En cuanto al primero, ha constatado que aunque éste no fue un tema específico, se trató transversalmente en más de una ocasión. Sin embargo, ha manifestado que en este campo todavía hay mucho camino por recorrer.
En cuanto a los religiosos y religiosas ha referido que es un avance el que la CONFER esté ubicada en las oficinas del obispado porque “ha ayudado” al diálogo y entendimiento mutuos. Por otra parte, ha abogado por recuperar el espíritu que precedió a la Asamblea en el que la idea de que los religiosos, los laicos y los sacerdotes “formábamos una comunidad”.
El sacerdote, Ángel Unanue, ha comenzado su reflexión recordando que a los presbíteros les requirieron en la mayoría de las acciones que se diseñaron desde la Asamblea. Ha mencionado la validez, en su día, del documento “Vida y ministerio del presbítero”, actualmente a debate en el Consejo de Presbiterio.
En cuanto a la labor de los curas en la actualidad, que siendo cada vez menos deben atender “prácticamente” las mismas labores que hace unas décadas, ha dicho que no pueden convertirse en “meros funcionarios que imparten sacramentos”. Ha alabado el nuevo estilo de los equipos ministeriales que acompañan las parroquias, ya que han traído “otro aire”.
Iglesia levadura
Belén Rodero contaba con 17 años cuando comenzó la Asamblea, sin embargo vivió de cerca los sedimentos que provinieron de ésta ya que participaba activamente en el sector de Sestao. Se ha referido a la Iglesia como levadura que se vivió en la Asamblea “con un claro compromiso transformador, un voluntariado comprometido y una Iglesia corresponsable”. Otro de los posos que dejó la Asamblea, ha dicho, fue el de impulsar “nuestro lugar de presencia en el mundo”, que ha perdurado hasta la actualidad.
El impulso al laicado asociado trajo consigo una mayor implicación a modo de ver de Belén. Entre los problemas a superar se ha referido a la falta de comunión que ha calificado como “deteriorada”. Precisamente, éste último ha sido uno de los puntos en el que ha incidido el último ponente, Gonzalo Eguía, quien ha matizado además que nuestra Iglesia local ha reproducido miedos y temores “algunos ocultos y otros manifiestos”.
Eguía también ha solicitado mayor acompañamiento a los territorios y ha pedido no “desaprovechar este momento crucial para hacer realidad algunos objetivos de la Asamblea que se celebró hace 30 años”.
30.01.2014
El IDTP reconoce la labor de Patxi Ituarte
En la última sesión dedicada al 30 Aniversario de la Asamblea Diocesana, el Instituto Diocesano de Teología y Pastoral ha querido agradecer a una persona que participó en ésta “en primera línea”. Patxi Ituarte, un gran referente para el laicado de la Diócesis, ha expresado que para él la Asamblea fue un acontecimiento de la mayor transcendencia.