El obispo se dirige a las familias indicando que en la búsqueda de una educación integral “que todos deseamos para las nuevas generaciones, tiene pleno sentido la presencia de la asignatura de Religión en la escuela”. El prelado defiende que es una asignatura curricular que ayuda no sólo a comprender la cultura y nuestras tradiciones, “sino que, además, desarrolla la dimensión religiosa de la persona y la pone en relación con todos los aspectos de la cultura y el saber, en un momento decisivo para la formación del ser humano como es su periodo escolar. El anhelo de educar personas competentes y responsables y la educación en el respeto, la solidaridad, el perdón, la cercanía a los más pobres y necesitados…, encuentran un fundamento firme en la educación religiosa, pues ésta profundiza en las motivaciones más auténticas en la vida, en los ideales por los que merece la pena vivir”.
Además, indica que en nuestra sociedad cada vez más diversa y plural, comprender el hecho religioso “fomenta la aceptación, la acogida, el respeto y la valoración de las personas que proceden de otras culturas, tradiciones y religiones”.
Mons. Iceta subraya en su texto que la enseñanza escolar de la Religión no es una catequesis. “En la clase de religión vuestros hijos se abren, según las condiciones propias de cada edad, a los grandes interrogantes sobre el sentido de la vida, de la amistad, del trabajo, de la fiesta, del sufrimiento, de la solidaridad, de la construcción de un mundo justo y fraterno, de la trascendencia y el más allá…; en clase de Religión, los alumnos adquieren claves culturales necesarias a la hora de entendernos y entender nuestro contexto social; en el aula de Religión, junto a sus compañeros, no solo tratarán todos estos aspectos fundamentales, sino que se encontrarán con la posibilidad de experimentarlos en la acción”.
El obispo de Bilbao concluye su mensaje invitando a valorar la importancia de cursar esta asignatura y a actuar con libertad, «ya que estáis en vuestro derecho y deber de hacerlo. Conforme a nuestro ordenamiento jurídico, se trata de una oferta que las administraciones deben garantizar en todos los centros educativos en las condiciones debidas, respetando siempre la libertad de las familias para su libre elección”. También agradece y transmite su aliento al profesorado de Religión “que ofrece este servicio con gran dedicación y con excelente competencia académica, profesional y personal. Y a todas las familias, alumnos y comunidad educativa quiero expresaros mi afecto y cercanía. Pido sobre vosotros la bendición de Dios”.
