El alma del rastrillo solidario en favor de varios proyectos en el mundo es el grupo Parroquial de Misiones de Begoña.
Marisa Abad, una de las voluntarias históricas y motor actual del rastrillo, recuerda sus orígenes: «Se fundó entre tres mujeres y ese espíritu sigue vivo. Es emocionante ver cómo, tras más de tres décadas, aquellas pioneras y muchas que se sumaron después seguimos colaborando».

Abad subraya la esencia y el destino de la recaudación: «El dinero que se recauda se destina a proyectos misioneros tanto en África como en América Latina. Lo más importante es que el dinero recaudado se lleva directamente a los números de cuenta proporcionados por los misioneros que están sirviendo en el lugar, lo que nos garantiza que llega íntegro y se usa en lo realmente necesario».
Una logística de ilusión: recogida y organización
La preparación ha sido intensa. Desde finales de octubre, el grupo ha coordinado la recogida de objetos donados en los locales de los soportales, recibiendo una avalancha de artículos. «Desde artículos de regalo, cuadros, menaje de cocina en buen uso, textiles, juguetes, electrónica… hasta un reloj de péndulo grande que funciona. Hacemos economía circular: damos una segunda vida a lo que ya no se usa aquí».
Necesidad de relevo
La transparencia es un valor fundamental. Los fondos se distribuyen entre entidades como la Fundación Goicouria, Misiones Cristo Jesús, los Misioneros combonianos o la Fundación Amigos de Mufunga, entre otros. «A finales de diciembre ya está todo repartido y se informa. Cuando te cuentan los proyectos que llevan adelante, te motiva un montón para seguir», afirman desde la organización.
A pesar del entusiasmo, el grupo mira al futuro: «Han pasado 40 años desde que surgió el grupo parroquial. Muchas nos hacemos mayores. Hacemos lo que podemos desde la ilusión, pero es imprescindible el relevo: necesitamos personas más jóvenes que se incorporen con sus ganas y creatividad».
Información práctica
- Fechas: Hasta el 7 de diciembre.
- Horario: De 11:00 a 13:30 y de 17:00 a 19:30 horas. El último día, solo por la mañana.
- Lugar: Bajo el pórtico de la Basílica de Begoña (Bilbao).
Una cita que va más allá de las compras: es un gesto colectivo de solidaridad que, año tras año, teje una red de ayuda directa desde el corazón de Bilbao a los rincones más necesitados del mundo.






