El curso pastoral 2019-2020 lo estamos finalizando como lo hemos vivido desde mediados del mes de marzo, es decir, de manera bastante atípica. Las actividades propias de este tiempo de verano como campamentos, campos de trabajo, cursos de formación, experiencias de solidaridad… se han visto suspendidas o vividas de manera muy diferente.
El rector del Seminario explica que desde que finalizaron los exámenes del segundo semestre han aprovechado para realizar algunos cursos on line, así como unas sesiones de formación con el sacerdote Carlos Olabarri sobre la teología del cuerpo, de san Juan Pablo II. También están participando en cursos de euskera, en distintos niveles según el recorrido de cada uno, en clave de autoaprendizaje. “Estamos aprovechando de igual manera para revisión de distintos aspectos del curso: proyectos personales y comunitarios; responsabilidades en diversas dimensiones formativas, así como también para mejorar algunos aspectos de nuestra casa que es la residencia del seminario” –añade Uribelarrea– “Ahora comenzamos, aunque también de manera extraña, un tiempo más centrado en el descanso y en tomar un aire distinto, recuperando fuerzas para adentrarnos en el nuevo curso que está a la vuelta de la esquina”.
Próximo curso
Tras a peregrinación de primeros de septiembre comenzarán de nuevo la vida ordinaria: estudio, oración, pastoral, vida comunitaria… La celebración de comienzo del nuevo curso será el sábado 26 de septiembre. En esta ocasión iniciarán la jornada con la celebración de la Eucaristía en la Basílica de Begoña, a las once de la mañana, “con el fin de favorecer el aforo del mayor número de personas posible. Será también, una inauguración del curso vivida de manera diferente”.
En este próximo curso, además de lo propio del proceso formativo, está prevista la ordenación diaconal y presbiteral del seminarista Imanol Atxalandabaso, que ya desde este septiembre tiene como destino la Unidad Pastoral Tabira. “Ya hemos comenzado en este mes de julio con la solicitud de informes, requisito necesario y previo a la ordenación”, explica el rector.
También contarán con la incorporación de algunos nuevos miembros a la experiencia de la Residencia Vocacional, que les ayudará a discernir “más de cerca” su incorporación a la formación ordinaria del seminario.
De igual manera seguirán ofreciendo algunas iniciativas hacia la Diócesis, como han hecho hasta ahora. “Tendremos que ir viendo diferentes posibilidades para ver cómo se puede hacer, porque no queremos perder esa vinculación que hemos ido creando de nuestro Seminario con mucha de nuestra realidad diocesana, pero sin descuidar las medidas de seguridad en las que aún debemos vivir. Os iremos informando detalladamente de todo ello”, concluye Uribelarrea.
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