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04.04.2017

Farid, Mohamed y Brahim, testimonios de migración en Amorebieta

En este tiempo litúrgico las parroquias y Unidades Pastorales de Bizkaia han programado diversas actividades al hilo del V Plan Diocesano de Evangelización. De este modo, la parroquia Andra Mari de Ondarroa acogerá mañana, día 5, una conferencia centrado en los retos de la familia, a cargo del Delegado de Evangelización y Catequesis: Galo Bilbao. Las parroquias de Amorebieta, por su parte, han celebrado un encuentro con personas migrantes de la Fundación Harribide, que tendrá continuidad, en mayo, con la plataforma Ongi etorri Errefuxiatuak. 

Dada la resonancia que a lo largo del año ha tenido el tema de los inmigrantes y refugiados, las parroquias de Amorebieta decidieron en su día que fuese éste el tema vertebrador de los encuentros Cuaresmales de este año. 
Puestos a hincar el diente a este problema “realmente trágico y poco a poco cada vez más cercano a nosotros”, desde las parroquias de Amorebieta, conectaron con la Fundación HARRIBIDE, que desde su nacimiento en torno a la parroquia de San Antonio de Etxebarri, lleva realizando una gran labor con los jóvenes inmigrantes, en su mayoría magrebíes, que después de haber pasado por distintos centros de atención a menores inmigrantes, han quedado en la calle una vez cumplidos los 18 años.

Participaron en el encuentro, José Alberto Vicente, sacerdote responsable de la parroquia y “alma máter” del proyecto y Juan Carlos González, abogado, formador, acompañante… volcado en la causa. Ambos explicaron con amplitud la labor de la Fundación que desde la organización resumen con estas palabras: “Trabajar para que se haga justicia con quienes llegan a nosotros y devolverles la dignidad de personas que muchas veces les negamos”.
Testimonios
Pero Juan Carlos y José Alberto no estuvieron solos. Ofrecieron su testimonio: FARID, MOHAMED y BRAHIM de 22, 25 y 20 años que marcharon de su casa con el único objetivo de trabajar y ayudar a sus familias. Su huida, como la de muchos otros chavales de su edad, la hicieron en patera y en la parte baja de los camiones, con el riesgo que eso suponía para sus vidas.
“Escuchando a estos jóvenes, quedamos fuertemente tocados; y como consecuencia, todos nosotros nos sentimos espoleados y comprometidos en ayudarles”, dicen desde la parroquia.

En un momento de la exposición Juan Carlos confesó, que el encontrarse con éstos jóvenes tan necesitados resultó ser para él, “en clave cristiana, con la Buena Noticia”. Afirmación ésta que debería hacernos pensar. En verdad, mereció la pena escuchar estos testimonios.