La liturgia “nos introduce en la Epifanía del Señor, donde se muestra como luz y salvación para la humanidad. Necesitamos, como los Magos de Oriente postrarnos para contemplar”, dice el obispo, en su mensaje de principio de año a la Diócesis. En su texto también remite a las palabras del Papa en las que Francisco expresa “que debemos retornar a lo esencial y tomar cierta distancia de lo secundario y desprendernos de la hojarasca que lo envuelve”.
Junto a esta fiesta de la Epifanía también celebramos el Bautismo de Jesús. “Es un día para recordar y agradecer el don inmenso que recibimos el día de nuestro propio bautismo”, prosigue el obispo “aquel día –añade- nos incorporamos a la vida de Jesús y a la de su Iglesia. Fuimos constituidos en templos de Dios, discípulos y misioneros”.