Otro de sus compañeros, Jesús Sánchez Maus, que compartió con él 8 años en la parroquia de Santa María en Portugalete, también resalta esa cualidad “Valentín –dice- ha sido una persona buena y leal, que destacaba fundamentalmente por las relaciones personales que mantenía, las cuidaba mucho”. Maus también señala de Valentín Roy que fue una persona siempre interesada por estar al día y cultivarse “Iba a charlas y otros actos cada vez que podía”, además “su lealtad a la Iglesia era notable”. A Maus le tocó compartir momentos complicados de su vida con Valentín y dice que él siempre supo estar junto a él “frente a la soledad que podía sentir en otros ámbitos, me sentí muy acompañado por Valentín en momentos difíciles para mí. Siempre tendré de él un buen recuerdo. Se comportó conmigo como un verdadero compañero. Más allá de compartir o no opiniones fuimos compañeros”.
Varios destinos
Ordenado presbítero en el año 1963, en el colegio Santiago Apóstol, de Bilbao, Roy actualmente estaba jubilado y residía en el Hogar de Venerables en Begoña. El primer destino de Valentín Roy tras su ordenación presbiteral fue como coadjutor de Lamiako. Posteriormente fue nombrado capellán castrense y de 1967 a 1977 fue coadjutor de Zalla, más tarde, moderador del equipo presbiteral de Zalla y delegado del sector Cadagua. En 1984 fue designado administrador parroquial de Santa María de Sestao y de 1986 a 1996 formó parte del equipo presbiteral de Sestao y posteriormente del equipo presbiteral de Santa María de Portugalete, de donde fue párroco desde 2001 hasta su jubilación. Q.E.P.D.
