Lo recaudado con esta actividad, promovida y organizada por el grupo parroquial de Misiones de Begoña, desde hace casi 20 años, irá destinado a diferentes proyectos ubicados en varios países. “Con una buena distribución se puede ayudar a muchos”, recalcan desde la organización.
Como siempre, la colaboración puede realizarse a través de la entrega de artículos para la venta o mediante la compra durante el rastrillo o la entrega de algún donativo en la hucha que pondrán durante los días del rastrillo.
El grupo de Misiones de Begoña inició su andadura en 1985, hace ya 33 años. El Rastrillo es una de las actividades anuales que organizan. También recogen medicinas en algunas farmacias y junto con sus aportaciones personales las clasifican y envían a Mufunga en R.D. del Congo. Otra de sus actividades es tejer vendas, tarea para la que cuentan con el apoyo personas que no están directamente en el grupo pero que se han sumado a este trabajo de cooperación y sensibilización. Además, tejen chaquetitas para bebés y participan en la campaña: “Una azada para África”, en coordinación con otros grupos de misiones.