Ivanice sintió desde muy joven la vocación religiosa. Devota de Santa Teresa del Niño Jesús, fue postulante de una comunidad y, más tarde, decidió integrarse de lleno en el Partido de los Trabajadores. Durante un tiempo fue la responsable del programa promovido por el gobierno de Lula da Silva denominado “Hambre Cero” con el objetivo de garantizar una renta mínima para quienes están por debajo del umbral de la pobreza.
“Fome zero” fue el mayor programa de distribución de renta en América Latina, tal y como lo reconoció la ONU. Ivanice fue una de las coordinadoras del programa “Bolsa Familia”. Durante la segunda legislatura de Lula, ella asumió la Secretaría de Trabajo del Estado de Pará. En la actualidad sigue trabajando para el gobierno de Dilma Rousseff.
Ivanice explica que su labor en el gobierno actual se centrará, en los próximos cuatro años, “en avanzar en la educación, promover la salud pública y controlar la seguridad ciudadana de las cinco grandes ciudades brasileñas (Sao Paulo, Río, Salvador, Recife y Belo Horizonte)”. Para conseguir este gran reto, el gobierno, cuenta con la entrada del capital que van a generar el Campeonato Mundial de Fútbol de 2014 y las Olimpiadas del 2016. “Hemos proyectado – prosigue Ivanice- la construcción de seis mil guarderías infantiles y doscientos centros de desintoxicación en las grandes ciudades”, porque tiene claro que la seguridad ciudadana no se consigue principalmente con la represión sino “con educación y erradicando la pobreza”.
Nuevos proyectos
Estos días en Karrantza, Ivanice ha recibido la noticia de que el gobierno brasileño va a poner en marcha dos nuevos proyectos: Brasil sin Miseria-Nordeste, con diversas medidas que tienen como objetivo sacar de la extrema pobreza a 9,6 millones de ciudadanos que habitan en el Nordeste del país y el programa Agua para Todos, para familias que viven en lugares semiáridos. “El gobierno quiere construir 367 mil cisternas de agua para la gente que más lo necesita”.
01.08.2011
Ivanice Coelho, una brasileña en tierras Carranzanas
Ivanice ha venido una vez más a nuestra diócesis para descansar y reencontrarse con María Luisa, religiosa Hija de la Cruz, a la que conoció trabajando en San Luis Maranhao, un suburbio marginal de Brasil. Fue postulante de una orden Carmelita antes de dedicarse a la política dentro del Partido de los Trabajadores de Brasil. El valle de Karrantza la acogió en las dos visitas anteriores y vuelve para “rezar” porque es una mujer para quien “Dios está por encima de todo”.