Filo, ¿Satisfecha con el trabajo realizado?
Me comprometí a no morir (entre risas) y ahora estoy diciendo que por lo menos hay algo que he cumplido. Más en serio nosotras empezamos un camino y ahora les toca a ellas seguirlo e ir concretando. Abrimos alguno nuevo.
Lourdes, ¿cuál es este camino?
Ellas han hecho un camino no fácil, sobre todo para una nueva organización como congregación. Llevamos mucho tiempo dando vueltas, viendo y mirando, pero sin terminar de ver claramente que había que hacer un cambio. Ellas han realizado una transición que ha posibilitado que en este Capítulo hayamos concretado una nueva etapa.
Por una parte, hay un sentido mayor de que somos un único instituto que está presente en muchos lugares y que va a ir caminando hacia un único horizonte y desde las mismas claves. Eso supone otra organización. Antes cada Región tenía su autonomía, aunque había unas directrices generales. Ahora va a haber un equipo general que no va a estar solo en Roma, sino que se va a hacer más presente en los lugares con cuatro consejeras. A cada una se le distribuirán dos o tres regiones. De esa manera se quita un estamento de gobierno y cambiará el modo de funcional.
¿A qué se dedicará a partir de ahora Filo?
Como toda la vida a Justicia y Paz. Considero muy importante trabajar con otras redes y organizaciones, porque solas no podemos hacer nada y el desafío es muy grande. Para eso es fundamental ser personas humanas y normalitas. En Japón trabajamos hemos formado una red de minorías en cada lugar y en la sociedad. Tenemos que ser propositivas y conectar con otras personas y la manera de hacerlo es siendo normales. Utilizando el lenguaje de la fe la persona más humana es Jesús.
13.08.2018
Paso de testigo en el órgano de gobierno de las MMB