En la parroquia tuvo lugar una única eucaristía comunitaria. Tras finalizar, se trasladaron al colegio de los Escolapios. Allí participaron en un juego intergeneracional, comieron y se divirtieron en la sobremesa con el bingo cantado por los niños y niñas.

«Un día de seguir caminando juntas, haciendo comunidad acogedora».
