El obispo en su homilía se ha referido a la imagen de la madre «Los hijos -ha dicho- se parecen a la madre. ¿Cuántos rasgos ha modelado en nosotros nuestra madre? Seamos esa obra acabada de Dios». Mons. Iceta en su intervención ha reconocido que la vida tiene muchas dificultades «pero Dios -ha señalado- nos ha creado para la felicidad y la eternidad».
El templo ha estado abarrotado para la Misa Mayor presidida por Mons. Iceta y también el resto de las Eucaristías de la mañana se han llenado. El obispo ha concluido diciendo que cuántas veces no comprendemos lo que pasa en la vida como les ocurrió a María y José «pero confían. La vida -ha añadido- hay que acogerla como viene, como hizo María. Quisiera poner ante la Virgen a toda la Diócesis. Que ella nos mire con su amor de madre y ayude a los que sufren».
Mons. Iceta ha terminado encomendando los trabajos del Sínodo «al que hemos colaborado con muchos misioneros a la protección de la Virgen de Begoña».
El himno a la Amatxu de Begoña ha puesto el broche final de esta y todas las Eucaristías de la jornada.