Hace cuatro años el papa Francisco convocaba por primera vez esta jornada con el lema “Una luz contra la Trata”. Elegía el día en el que se recuerda la memoria litúrgica de Santa Josefina Bakhita, la religiosa sudanesa que padeció durante su vida los sufrimientos de la esclavitud.
Para la Jornada de Oración y Reflexión 2018 el tema propuesto nos sitúa en los flujos migratorios: “Emigrar sin trata. Sí a la libertad, no a la esclavitud”. Un lema con el que llamar la atención sobre la situación actual, que arroja cifras escalofriantes de personas que emigran de sus países de origen y terminan siendo víctimas de la trata. El número de víctimas aumenta de año en año. Millones de hombres y mujeres, niños y adultos, son víctimas de trata en todo el mundo.