El Palacio Foral acogió ayer la gala de entrega de los premios Utopía en un acto que comenzó a las siete y media de la tarde, y estuvo presentado por el diputado de Acción Social Juan María Aburto, quien se dirigió a los galardonados diciéndoles que son “testimonio vivo de aquello en lo que creéis”. “El acto –según Aburto- con menos boato pero espero que más entrañable”, volvía a sus orígenes al celebrarse en la sede de la Diputación, ya que durante varios años ha venido celebrándose en el palacio Euskalduna. Fue un homenaje a los colectivos y personas galardonados y, según el diputado de Acción Social, “estos premios en esta edición adquieren más valor porque vivimos en una sociedad cada vez más individualista. Por eso son más necesarios que nunca los valores”.
El salón donde se entregaron los galardones se llenó para homenajear a personas y entidades que no han renunciado a la utopía, como José Alberto Vicente Ochoa, sacerdote de la diócesis de Bilbao, que recogió el premio entre aplausos agradeciendo, uno por uno, a cuantos han colaborado con él durante su trayectoria y dijo que “la verdadera felicidad es hacer felices a los demás”. Vicente ha dedicado 30 años de su vida a la promoción y realización de todo tipo de actividades solidarias, especialmente aquellas vinculadas al tiempo libre como instrumento educativo y de integración. Últimamente ha volcado buena parte de su trabajo hacia los menores extranjeros no acompañados, a los que hizo varias menciones durante su intervención “La alegría de un chaval que un día no ha tenido donde dormir y al día siguiente puede dormir en tu casa, eso no se paga con nada”. Habló también de la ley de extranjería “solo sabe de papeles, no sabe de personas” y se refirió a que hay jóvenes que llevan ya varios años entre nosotros y no logran hacerse con esos “papeles”. En un tono cercano y claro se dirigió a las instituciones allí representadas, solicitando ayudas que eran muy necesarias en estos momentos. Habló de utopía y realidad y dijo que había que ser realistas y que “en una sociedad más justa, todo sería más fácil”, Agradeció a quienes con su ayuda desinteresada son más justos con “unos cuantos chavales”. Para nosotros “no hay distinciones de nada entre unos y otros, solo unas fronteras que alguien puso algún día”.
Tras concluir el acto, en el edificio de Boluetabarri había más de 200 personas esperando a Jose Alberto (que lo siguieron por la transmisión que se hizo por internet): amigos, feligreses de las parroquias en las que ha estado, vecinos, compañeros de EDE y Susper, y también de las fundaciones que ha puesto en marcha, chavales inmigrantes, pero sobre todo muchos amigos y amigas de todas las edades… en palabras de uno de los asistente «fue algo entrañable, la verdad».
Los otros premiados y las razones por las que la diputación Foral de Bizkaia ha querido concederles este galardón son la Federación Coordinadora de Personas con Discapacidad Física de Bizkaia, FEKOOR, que tiene como objetivo promover la integración social del colectivo de personas con discapacidad física mediante la oferta de diferentes servicios de orientación y de rehabilitación y que acaba de cumplir su 30 aniversario; La Asociación Zubiko, dedicada a favorecer la integración socio-laboral de personas que han cumplido una pena de prisión y que se encuentran en situación o riesgo de exclusión por carecer de suficientes habilidades sociales o formación laboral adecuada para lograr su integración laboral y la Asociación de Esclerosis Múltiple de Bizkaia, ADEMBI, que en 2009 ha cumplido 25 años de historia dedicada a crear servicios destinados a ayudar a las personas que padecen esta enfermedad. Además de reunir a afectados y familiares, Adembi presta servicios de asesoramiento, acompañamiento y rehabilitación integral de personas con esclerosis múltiple.
El diputado general, José Luis Bilbao, cerró el acto hablando de las dificultades de financiación de los servicios públicos que dijo “no vamos a poder sostener si no tomamos medidas” habló del futuro de estas ayudas diciendo que “si queremos tener servicios sociales como en el norte de Europa tendremos que tener más políticas fiscales como las del norte de Europa” y que “para poder dar respuesta a la demanda hay que aumentar la financiación. Habrá que pagarlo a escote”, aportando más quien más tenga.
