La conmemoración litúrgica de San Mamés tuvo lugar el pasado 7 de agosto y como es tradición, la Casa de la Misericordia celebra su fiesta el viernes posterior.
La historia recoge que; en Bilbao, ruta del Camino de Santiago, existía un eremitorio consagrado a San Mamés desde el año 1447. Los padres franciscanos construyeron allí el primer convento de la orden en la villa hacia 1837, pero con la desamortización desapareció.
El león
San Mamés, al que se considera como el santo patrón de los huérfanos y que tradicionalmente se representa con un león a sus pies -de ahí el apelativo de “leones” para los jugadores del Athletic, cuyo campo de fútbol figura bajo la advocación de este santo-, fue un joven cristiano del siglo III nacido en cautividad. Debe su nombre al hecho de que, habiendo muerto su madre apenas nacido, fue adoptado y amamantado por un rica mujer cristiana, que le nombró heredero de todos sus bienes. Bienes que él repartió entre los necesitados para retirarse a pastorear a los montes. Su martirio en el circo, a la temprana edad de 17 años, le introdujo en la tradición cristiana por el milagro de que el león al que fue arrojado le lamió los pies, en vez de devorarlo.