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04.10.2007

La clave del nuevo curso para Pastoral de la Salud es acompañar

Este sábado en el colegio de los Jesuitas de Bilbao, se inaugurará oficialmente el nuevo curso 2007/08 de Pastoral de la Salud de la Diócesis de Bilbao bajo el lema “Harrera egin, ulertu, lagundu” (Acoger, comprender, acompañar). Los actos comenzarán a las 10 de la mañana con una oración y la conferencia “Los retos actuales para la Pastoral de la Salud” a cargo de Jesús Martínez Cariacedo, delegado de pastoral de la salud de las diócesis gallegas.

Se reunirán miembros de los 120 grupos parroquiales de Pastoral de la Salud, así como los agentes de los centros socio-sanitarios, los profesionales de la salud cristianos y los religiosos y religiosas que realizan su misión entre el mundo de la enfermedad y el sufrimiento.

La jornada continuará con la presentación del calendario y los materiales de formación para el nuevo curso. Durante la primera parte del año, hasta el 11 de febrero (Día Mundial del Enfermo), se intentará replantear la acción de los grupos involucrados para responder a los nuevos retos que el mundo socio-sanitario plantea como Iglesia y como cristianos. Algunos de ellos son el nuevo espacio socio-sanitario emergente, el respeto a la dignidad humana en las diferentes prestaciones o la nueva situación familiar y social ante el aumento de las personas dependientes.

Para la presentación de la segunda parte del curso, se contará con la ayuda del ponente Jesús Martínez Carracedo que es especialista en el acompañamiento en el duelo a los niños. El reto principal será culminar el acompañamiento de la comunidad cristiana en el duelo. Y es que “acompañar” significa etimológicamente compartir el mismo pan, la misma situación de dolor pero también de esperanza, ayudando a encontrar sentido, para vivir la vida y la muerte al modo plenamente humano como propone Jesús de Nazaret.

Una Eucaristía presidida por el obispo auxiliar, Carmelo Echenagusía, pondrá el broche final a esta celebración de inicio de curso con un objetivo importante: percibir el Espíritu de Dios que nos capacita para seguir en Fidelidad la misión de curar de Jesús.