La comunidad císter de Ziortza en el día de San Bernardo

¿Le ha costado acoplarse al entorno?
Ingresé como monje cisterciense en  el monasterio de Dueñas (Palencia), en 1981, hasta que me destinaron a Ziortza hace ahora un año. El balance desde el punto de vista humano es que todavía estoy como en novedad. Eso sí, cómodo y a gusto con la comunidad de los hermanos con los que me  encontré. Porque siempre es un reto venir como prior y se necesita un tiempo de adaptación lo cual, desde mi opinión, se ha realizado bien. Con el entorno y las gentes bien. El hecho de ejercer de párroco es también algo nuevo y original en mi caso.
Siete monjes en el monasterio. ¿Preocupado por la falta de relevo?
Uno de nuestros retos es la continuidad generacional del monasterio. No hay movimiento vocacional pero es un eco de lo que ocurre a nivel mundial. Principalmente, lo que uno tiene que hacer  es desarrollar su propia llamada interior y cultivarse para acoger y recibir lo mejor posible a las personas que puedan venir.  Ser un foco de espiritualidad para no convertirnos en una pieza de museo o turística. Ciertamente, nuestro monasterio es muy visitado, porque son muchos los peregrinos que pasan por aquí diariamente. Algunos participan de los cantos de las vísperas y aunque entablamos conversación con muchos de ellos no tenemos capacidad para realizar un acompañamiento espiritual.
¿Cuál es el perfil mayoritario de los peregrinos?
Atendemos una hospedería para 20 personas, con desayuno y cena incluido, que se llena diariamente. La mayoría son centroeuropeos. Personas que buscan una cierta experiencia, una vivencia. Entre los que pasan por aquí, serán alrededor del 10% los que hagan el camino al modo tradicional. Hay de todo, creyentes y no creyentes. Y sobre todo, muchos jóvenes. Con éstos, aunque tengan una religiosidad más o menos difusa, puedes entablar una conversación y hablar de muchos temas porque tienen una cierta experiencia humana.
Y, ¿qué lenguaje utiliza con los jóvenes?
Ese es otro reto. Hay que ver a qué es sensible la persona de hoy. Acercarse a los demás por cuestiones antropológicas como son el deseo, la felicidad, la insatisfacción… Son temas con los que puedes conectar fácilmente. Ahondando en la tristeza y la alegría puedes entrar en comunicación con las personas. Además la página web también es otra forma de comunicarse y darse a conocer. Pero principalmente, nuestra mayor vía de comunicación es el hábitat diferenciado en el que se encuentra nuestra comunidad, inmerso en la ruta jacobea.
¿Han preparado algo especial para celebrar el Día?
La misma festividad litúrgica es algo especial para nosotros. Estos días anteriores he estado contándoles a los monjes de la comunidad la biografía de este santo que tuvo tanta influencia política y religiosa en su tiempo y que es desconocido para muchas personas.