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11.01.2010

La crisis aumenta la solidaridad

La crisis ha despertado la conciencia solidaria de muchos vizcainos que lo han demostrado con un incremento en sus donativos a Cáritas, destinados a quienes más lo necesitan. Cuando la recesión económica empezó a cebarse con los colectivos más vulnerables de la sociedad, Cáritas trazó un “Plan de actuación frente a la crisis” que pretendía paliar sus efectos y que ha contado con un presupuesto de dos millones de euros.

La entidad, que contaba con alrededor de un millón de euros procedentes de recursos propios, para el plan  de actuación frente a la crisis,  se ha encontrado con las aportaciones de ciudadanos particulares y diversas organizaciones para hacer realidad una iniciativa que contempla diferentes tipos de medidas: concesión de microcréditos para solventar necesidades urgentes de las familias, un pequeño parque de viviendas en alquiler y la creación de empleos temporales en trabajos para la comunidad. A pesar de la difícil situación económica, muchos vizcaínos han colaborado con Cáritas, y así lo demuestran las cifras, “hemos aumentado el número de socios cerca de un 10%”, explica satisfecho su directo, Mikel Ruiz. Además, muchos de ellos han revisado su cuota y la han actualizado al alza. También han registrado un incremento de más del 50% en las ayudas particulares y han crecido las donaciones de instituciones colaboradoras. Otra buena noticia ha sido que las aportaciones recibidas en el periodo navideño se han multiplicado, “con la crisis, los vizcaínos han reactivado la solidaridad”, concluye el director.
La principal fuente de ingresos de esta institución son las aportaciones de los socios, a las que hay que sumar los donativos y las colectas que los feligreses depositan en durante las cuatro campañas que organizan en las parroquias cada año; además de las donaciones de diversas entidades sociales, como fundaciones y obras sociales de cajas de ahorro. Las administraciones públicas también hacen sus aportaciones, sin embargo, esta fuente de ingresos, según los estatutos marcados por el consejo diocesano, «no debe exceder del 40% del presupuesto general para mantener nuestra independencia», puntualiza Mikel Ruiz.

Mikel Ruiz