Fernando Marcos recuperó la pieza y se la mostró al Museo Diocesano y en un primer análisis parecía que tenían una pieza de valor único del rococó francés del siglo XVIII. “Todos estábamos muy contentos por recuperar esa pieza, -explica Fernando-. En el museo la limpiaron, pero nos llevamos una segunda sorpresa. ¡Era una copia del siglo XIX también hecha en Francia, con una edición muy limitada basada en un original del XVIII! La pieza es muy buena, pero no lo excelente y única que creíamos. Aun así, merece la pena ser enseñada y recuperada, nunca mejor dicho, del ‘baúl de los recuerdos’”.
La plata que falta es por obra del incendio de 1937. “Pero es una pieza realmente preciosa y rarísima en una iglesia y menos, de Bizkaia, por eso, la hemos llevado al Museo Diocesano para que la custodie y cuando crea conveniente, la exponga”, añade Fernando Marcos y explica que poco a poco intentan recuperar el patrimonio religioso de Muskiz, ahora, con una obras en la iglesia de San Juan Bautista y, dentro de poco, quieren empezar con San Julián, una de las iglesias más antigua de toda la Zona Minera y Margen Izquierda con un gran valor artístico. “Y es que recuperar la historia es recuperar la memoria de nuestros antepasados y de tantos cristianos que así transmitieron su fe”, concluye.
06.03.2014
La curiosa historia de un jarrón en Muskiz
Desde Muskiz nos llega una historia de mano de su párroco, Fernando Marcos, que explica que en la iglesia de San Juan Bautista había un jarrón sucio en el cuarto de las escobas, que cuando lo vio, le impresionó. Se había salvado del incendio de la iglesia del año 1937, en la Guerra Civil Española.