“Nosotros nos reunimos esta mañana como alrededor de un fuego de campamento para escuchar a Cristo decirnos que esa antigua promesa profética se cumple también hoy aquí”, ha comenzado diciendo Mons. Segura en su homilía, “nosotros, sacerdotes y pueblo cristiano en la medida que el pueblo también participa del único sacerdocio de Cristo en cada Misa Crismal, manifestamos nuestro deseo de unirnos más profundamente al Señor ungido y, por eso, renovamos hoy la gracia del espíritu misionero que recibimos de los sacramentos por la imposición de las manos”.
En la celebración, que ha tenido lugar en la catedral de Santiago, Mons. Segura ha proseguido recordando que “en el nombre de Jesús somos invitados a predicar la verdad y a hacer el bien a todos, a sanar a los enfermos, a expulsar demonios, a alegrar la vida de nuestro pueblo. La verdad que brilla con más fuerza en las parábolas del evangelio, -ha dicho- sabemos que es la verdad de la misericordia, de un padre que espera pacientemente a su hijo, la del pastor que sale a buscar la oveja perdida, la del caminante, que asiste al herido que encuentra en la cuneta. No es posible hacer estas cosas sin alegría. Somos enviados a consolar a los afligidos, a transformar el luto en danza y el abatimiento en cánticos de alabanza, pero nadie que no viva contento va a poder consolar a nadie, nadie que esté desanimado o en un estado permanente de decepción va a poder animar a su comunidad y a su gente. En este aspecto da igual como pienses, cuáles son tus opciones pastorales, qué ideas tengas sobre si la Iglesia debería reformarse de esta o de la otra manera. Esa diversidad de convicciones y de opciones no sólo es legítima, forma parte del ADN católico y constituye una fuente de riqueza para la vida de nuestra comunidad. Cuando un pastor –a pesar de que la tarea hoy no esta fácil- vive con alegría y dedicación su ministerio sabemos que vive en el espíritu de Jesús”.
Misa de la Cena del Señor
Por la tarde, a las 18:00 h., Mons. Segura presidirá la Misa de la Cena del Señor en la que, tal y como señalan las indicaciones para las celebraciones de Semana Santa se omitirá el rito del lavatorio de los pies.
Todas las indicaciones para las celebraciones de Semana Santa en este enlace