¿Una primera valoración de la Encíclica?
Es un documento importante en la tradición judeo cristiana. Se ha dicho, y no sin razón, que la depredación de la naturaleza tiene su origen y mayor impulso en el occidente cristiano, y es el resultado de un «dominad la tierra» que se abre a interpretaciones que consideran la creación como algo externo al ser humano, de lo que se puede disponer con total libertad y sin mayor miramiento. Aunque en los últimos años la preocupación ecológica aparecía ya en los escritos papales, el desafío global al que nos enfrentamos hacía necesario un documento que tratase el tema en profundidad.
¿Seis claves?
Las claves las señala el mismo documento en su número 16:
1. Vincula los cambios climáticos y la preocupación ecológica con la defensa de los pobres que, por vivir más dependientes de su entorno material cercano y por falta de recursos, no se pueden defender como los ricos de posibles catástrofes ecológicas
2. Subraya la interconexión global del problema que requiere respuestas coordinadas a nivel mundial para las que, lamentablemente, todavía no estamos preparados
3. Realiza una dura crítica al cortoplacismo interesado de los poderes financieros que usan la tecnología como si se pudiera hacer cualquier barbaridad y remediarla luego
4. Invita con pasión a abrir un diálogo sincero que concrete remedios eficaces
5. Subraya la grave responsabilidad de la institucionalidad política, a nivel nacional e internacional
6. Plantea la necesidad de revisar un sistema de consumo que genera enormes cantidades de desechos y acelera progresivamente un cambio climático ya evidente.
¿Un calificativo?
Es atrevida porque algunas críticas están formuladas de manera directa, señalando responsables y denunciando la escasa seriedad de muchos planteamientos que van, desde la negación del problema, hasta un ecologismo superficial e incoherente. Es valiente porque, tal y como sucedió con la Evangelii Gaudium, está escrita en un lenguaje claro e impactante, tanto en el análisis como en la denuncia.
¿Cómo aplicarla en la Red Eclesial Panamazónica que conoce de cerca?
REPAM, es la red que coordina todas las estructuras y organizaciones de Iglesia activas en la Amazonía, desde la Conferencia Episcopal Latinoamérica (CELAM), hasta cada una de las órdenes religiosas trabajando en territorio amazónico, este documento es un respaldo muy grande. La sensibilidad ecológica del conjunto de la Iglesia se va a ver fortalecida. El tema pasa ahora a ser un elemento central de la propuesta social católica. Es muy importante sumar el apoyo crítico necesario para abordar las acciones internas y externas que se están programando en defensa de la Amazonía y los pueblos amazónicos.
19.06.2015
“La Encíclica es atrevida”
El sacerdote diocesano Joseba Segura, tras una corta estancia en Bilbao, volverá a desarrollar su actividad como encargado de economía de la Diócesis de Riobamba (Ecuador) próximamente. Le hemos cuestionado sobre la Encíclica del papa, ya que conoce de cerca la realidad de la Amazonía a la que alude directamente en su texto (38) el pontífice. Segura ha ejercido la responsabilidad de Cáritas Ecuador durante nueve años.