Este domingo se celebra la festividad de la Candelaria. La fiesta religiosa de la Presentación de Nuestro Señor en el templo y la Purificación de Nuestra Señora. El origen de la tradición de las luces comienza con las palabras que pronunció el anciano Simeón en la presentación de Jesús en el templo, cuando al ver al niño reconoció en él la “luz para alumbrar a las naciones”.
En el Atlas Etnográfico de Vasconia se recogen algunas tradiciones y ritos ligados al folklore religioso de estos días. Siguiendo la costumbre heredada, en algunas casas se preparan tostadas de pan o de crema.
En Ajangiz, Bedarona, Durango, Gautegiz Arteaga, Gorozika, Nabarniz, Orozko, Valle de Carranza y Zeanuri se solía guardar una vela bendecida el día de la Candelaria para encenderla los días de tormenta. En Ajuria precisan que al encender la vela se santiguaban. Si había en la casa alguna imagen de las que hacían la visita domiciliaria, la vela se alumbraba delante de la imagen del santo o santa para reforzar la petición (Gernika). Las velas bendecidas el día de hoy se guardaban en casa y se encendían cuando había tormenta o se ponían en la habitación de la persona moribunda para acompañarla en su agonía, se encendían cuando alguna persona de la familia se encontraba de viaje etc.
Festividad de la Vida Consagrada
La Vida Consagrada reúne a los Institutos Religiosos, Institutos Seculares y Sociedades de Vida Apostólica que actúan en la diócesis de Bilbao y que celebra su día este 2 de febrero.
Como recoge la Comisión Episcopal para la Vida Consagrada, esta XXIX edición actualiza, en el camino sinodal y del jubileo ordinario, el propósito de san Juan Pablo II cuando instituyó la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, en 1997, “de modo que la Iglesia valore cada vez más el testimonio de las personas consagradas y estas renueven cuanto debe inspirar su entrega al Señor”.
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