Este viernes tendrá lugar la tradicional rogativa de la parroquia de Mañaria y el sábado, se celebrará la de Abadiño. Ésta será la última del ciclo que comenzó en junio. «La primera suele ser la de Aramaio. Aunque durante los últimos años no han celebrado la peregrinación, la comunidad parroquial nos trae unos ramos de flores para adornar el templo. La rogativa de Izurtza también se ha acabado. Las que se mantienen son las del valle de Arratia y las dos que se celebrarán este fin de semana«, detalla Félix Moreno, uno de los guardianes del santuario, desde la Abadetxea.
Autobús desde Muntsaraz, el sábado
El consistorio de Abadiño ha previsto que salga un autobús para llevar a los jubilados y jubiladas hasta el templo el sábado. Saldrá de Muntsaratz a las 10:20 horas y tendrá paradas en Zelaieta y Traña-Matiena. Tras la eucaristía, a las 14:00 horas tendrá lugar en Urkiola la comida popular.
Este año se celebrará también el “Guisote” popular en el parque de Gaztañodi, el sábado 26 de agosto, a partir de las 20:00 horas, –en caso lluvia será en el Probadero–, y habrá romería. En esta ocasión, las personas que participan han adquirido un ticket al precio de 1 euro. El dinero recaudado se donará al Banco de Alimentos.
La tradición de las rogativas
Tal y como se recoge en el Atlas Etnográfico de Vasconia, las rogativas o peregrinaciones a los santuarios, se siguen celebrando, «aun cuando han perdido su antiguo carácter procesional». Entonces, eran comitivas presididas por la cruz y encabezadas por el sacerdote revestido. En algunos casos se portaba en andas la imagen de la Virgen o de un santo. Se han mantenido hasta nuestros días algunos rasgos de las rogativas de antaño, como la costumbre de cantar las letanías de los santos circunvalando el santuario.
En el calendario religioso del santuario de Urkiola han tenido gran importancia las peregrinaciones colectivas que anualmente realizaban aquellos pueblos circunvecinos desde los que era posible efectuar caminatas a pie por caminos de monte, en el término de un día. Esta circunstancia concurría en las localidades emplazadas en la cabecera del Valle de Arratia (Zeanuri, Areatza, Artea y Dima); algunos pueblos del Duranguesado (Mañaria, Izurtza y Abadiño) y en dos pueblos situados en el límite con Alava: Otxandio y Ubide. También algunas parroquias del Valle de Aramaio situadas al norte de la provincia de Álava entran dentro de esta área de proximidad.
Hasta mediados del siglo XX estas peregrinaciones comunitarias cumplían los requisitos litúrgicos de una rogativa: partían de la parroquia portando la cruz e iban presididas por el clero. También formaba parte de la comitiva la corporación municipal en representación del pueblo. El día de la rogativa de cada uno de estos pueblos estaba establecido conforme a un calendario que cubría la época de primavera y verano.
Las rogativas además del carácter imperativo resultaban lugares de encuentro y diversión. Después se organizaban bailes y cantos con txistu, tamboril y acordeón.