En el video que acompaña estas líneas el custodio de Tierra Santa, el religioso franciscano Francesco Patton, explica que ellos han continuado custodiando los santos Lugares y a la pequeña comunidad cristiana que resiste allí, en el Santo Sepulcro, en Getsemaní, en Belén, en Nazaret y en el resto de santuarios “hemos intensificado –explica- nuestra oración por el mundo entero, en las parroquias hemos continuado ocupándonos de los cristianos de lengua árabe, hebrea y griega de los trabajadores extranjeros y de los refugiados”. A través de las escuelas de Tierra Sana, unos 10.000 niños y jóvenes han podido tener una buena educación, se ha intensificado el compromiso caritativo “para salir al encuentro de las necesidades esenciales de poblaciones afectadas, además de por la pandemia, por la guerra y la falta de asistencia social sanitaria”. Ese coste ese cubre, en gran parte, gracias a la colecta de Tierra Santa, por eso este año, más que nunca, apelan a la solidaridad “Necesitamos de la generosidad de los cristianos de todo el mundo. Ayúdanos para que podamos ayudar a quien más lo necesita. Ayúdanos a ayudar”.
La «Colecta para Tierra Santa»
Es la principal fuente de sustento de la vida que se desarrolla alrededor de los Santos Lugares; también es el instrumento que la Iglesia se ha dado para estar al lado de las comunidades eclesiales de Oriente Medio. La Custodia Franciscana a través de la Colecta puede custodiar los Santos Lugares, las piedras de la memoria, y fomentar la presencia cristiana, a través de numerosas actividades de solidaridad, como el mantenimiento de las estructuras pastorales, educativas, asistenciales, sanitarias y sociales.
Los territorios que se benefician en diferentes formas de la ayuda procedente de la Colecta son los siguientes: Jerusalén, Palestina, Israel, Jordania, Chipre, Siria, Líbano, Egipto, Etiopía, Eritrea, Turquía, Irán e Irak.