“Llevamos organizando el curso de solidaridad Norte-Sur desde el año 1996”

Cuando hablamos de  Norte-Sur ¿a qué nos referimos exactamente?
Estrella Moreno: Se trata de un espacio de reflexión sobre una problemática concreta: las relaciones Norte-Sur o, dicho de otro modo, países ricos-países empobrecidos, buscando un acercamiento plural a esta realidad. Esto supone mirarla no sólo desde un punto de vista económico, sino también histórico, sociológico, cultural y político. Y no se trata sólo de tomar conciencia de la situación, sino de valorarla y juzgarla desde los valores evangélicos, e invitar a comprometernos en su transformación.
¿Qué tipo de materiales utilizáis?
La mesa de coordinación del curso, en la que intervenimos Caritas, Misiones Diocesanas e IDTP hemos elaborado unos materiales  para el curso en los que hay extractos de libros y documentos, y otros textos que se han elaborado específicamente para el curso.
¿Cuál es el papel del acompañante en los cursos?
El o la acompañante se ocupa de  dinamizar la reunión y ayuda al grupo a profundizar en la reflexión desde su saber y desde su experiencia. Para nosotros, la participación y la implicación de todos es un valor muy importante, y por eso el acompañante no es un mero profesor que da una charla, sino alguien que ayuda a pensar.
¿Cuántas veces habéis organizado los cursos, cómo ha ido la experiencia de años anteriores y  qué tipo de gente se apunta?
El curso se lleva organizando desde el año 1996. Se ha mantenido todos estos años porque los participantes hacen una muy buena valoración de la experiencia, y en ese sentido, el boca a boca ha sido un medio muy importante en la difusión del curso. En un principio, comenzó dirigiéndose especialmente a jóvenes interesados en la problemática Norte-Sur, pero en los últimos años también está participando gente adulta.

¿Ha habido alguna experiencia de cooperación derivada de cursos anteriores?
El curso ofrece la posibilidad de tener una pequeña experiencia de cooperación de un mes en Ecuador. Es una vivencia muy intensa y enriquecedora que culmina toda la reflexión elaborada anteriormente. El curso ha servido para que varias personas hayan decidido pasar unos años como misioneros, pero también para que muchas hayan tomado otro tipo de compromisos aquí de solidaridad con el Sur: hermanamientos, grupos parroquiales de cooperación, Kidenda, acompañantes del curso, etc.
¿Quiénes son los destinatarios principales de los cursos?
Los destinatarios son personas que ya se mueven en el ámbito de la solidaridad con el Sur o que tienen sensibilidad por este tema, aunque ahora mismo no participen en ningún grupo. No es un requisito imprescindible ser creyente, pero desde el comienzo se deja claro que la fe y el Evangelio van a estar presentes en el curso, especialmente en el bloque del Juzgar, con lo que sí se exige respeto y apertura.