El último número de la revista diocesana «Alkarren Barri/Comunicación» publica en sus páginas un reportaje de la despedida de la fraternidad de Otxarkoaga, creada en 1978 con dos hermanos, Xabier Zipitria y Joseba Balentziaga, que compartieron casa con los sacerdotes de la parroquia en la casa cural de La Parada. Al incorporarse otros dos hermanos, Txarli Azcona (1979) y Fermín Satrústegui (1980), fueron a vivir a la otra casa cural en la calle Langaran. Incorporándose, al poco tiempo, Txema Duque.
Desde el principio, junto a la actividad parroquial, la fraternidad fue acogiendo en su casa a personas que se encontraban en situaciones de gran desprotección, haciéndose referencia para familias y personas con problemas de alcohol, droga, enfermedad mental… La apertura a los problemas del barrio y la acogida en casa a todo el que llega con cualquier necesidad se hicieron marca de la fraternidad.
Con el tiempo la actividad la fueron centrando en varios aspectos: la pastoral parroquial formando parte del equipo ministerial, la pastoral de la salud en el Hospital de Santa Marina, en la que Joseba Bakaikoa estuvo 10 años; la actividad docente, los primeros años en la Escuela Profesional de Otxarkoaga (Fermín y Ricardo); posteriormente en la Facultad de Teología de Deusto e investigación bíblica (Carlos); colaboración en el servicio psicológico de Cáritas y pisos de acogida para personas en tratamiento (Jose Mari) y la actividad social fundamentalmente en la asociación Bizitegi, surgida desde los capuchinos junto con otras entidades del barrio y que ahora tiene su autonomía como asociación.