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06.06.2007

Los obispos vascos piden a ETA que revoque su decisión de romper el alto el fuego

Los obispos de Bilbao, San Sebastián y Vitoria tras conocer la decisión de ETA de dar por finalizado el alto el fuego a las cero horas del día de hoy, emitieron ayer una nota conjunta en la que resaltan en primer lugar que de hecho el alto el fuego ya fue roto por ETA con la bomba de la T4 de Barajas que costó la vida a dos emigrantes ecuatorianos y le piden a la organización terrorista que revoque su decisión y anuncie el cese definitivo de la violencia.

     En el mismo comunicado, que a continuación reproducimos íntegramente, subrayan que es necesario seguir buscando la paz y destacan el trabajo de quienes paciente, honrada y sinceramente trabajan por conseguirla.

     

NOTA DE LOS OBISPOS DE BILBAO, SAN SEBASTIÁN Y VITORIA

El comunicado de ETA publicado hoy dando por finalizado un “alto el fuego” ya interrumpido con el atentado del pasado 30 de diciembre, constituye una pésima noticia. Si en marzo del pasado año, al comunicarse el inicio del mismo, expresábamos alivio y esperanza ante las expectativas que se abrían a la paz y a la libertad, ahora compartimos el sentimiento de frustración y el dolor extendidos entre la población.

Recogiendo el sentir mayoritario de nuestra sociedad y en defensa de los derechos fundamentales de la persona, pedimos a ETA que revoque su decisión y anuncie el cese definitivo de su violencia. Esta sociedad no necesita la tutela de ningún grupo ni la amenaza o el uso de la violencia para reclamar sus derechos o cumplir sus obligaciones. La violencia ejercida real o potencialmente es contraria a la justicia, a la libertad y a la paz, y cierra cualquier camino hacia ellas. Debe, por tanto, desaparecer sin contrapartidas.

Es preciso seguir buscando la paz. Lo requiere el inmenso sufrimiento que ha generado y sigue generando la confrontación destructiva de la que queremos salir definitivamente. En este sentido, reconocemos el trabajo paciente de quienes se empeñan con honradez y sinceridad en mantener abiertos los caminos hacia la paz y la reconciliación.

La esperanza de un pueblo es un resorte necesario para construir la paz. Sostiene el ánimo y la energía para procurarla. Quienes ponen en peligro el camino hacia la paz y minan la esperanza, contraen ante la sociedad, ante la historia y ante Dios una gravísima responsabilidad.

Invitamos a la comunidad cristiana a pedir insistentemente a Dios el don de la paz y a trabajar esperanzadamente por conseguirla.

Bilbao, San Sebastián y Vitoria, 5 de junio de 2007

+Ricardo Blázquez, Obispo de Bilbao

+Juan María Uriarte, Obispo de San Sebastián

+Miguel Asurmendi, Obispo de Vitoria

+Carmelo Echenagusia, Obispo Auxiliar de Bilbao