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06.03.2017

Luchar por el reconocimiento de la dignidad de las mujeres

Mañana, 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Ante esta fecha, Pastoral Obrera ha editado un nuevo número (el 67) de su publicación Aizu, porque “es importante recordar la lucha de las mujeres, la lucha por el reconocimiento de su dignidad, de la defensa de unas condiciones de vida y de trabajo a la medida del ser humano”, señalan en el escrito.
Aizu, recuerda que, en 1995, durante la Conferencia Mundial sobre la Mujer en Beijing, las y los líderes del mundo se comprometieron con un futuro donde las mujeres gozaran de igualdad. Asistieron 189 países y 4000 organizaciones de la sociedad civil. Las mujeres partieron de Beijing con muchas esperanzas, con un camino bien trazado. Confiaban en ver todo eso materializado para 2005. “Hoy en día, -destacan- ni un solo país ha alcanzado la igualdad. Es verdad, los avances han sido muchos en estos más de 20 años. Sin embargo, nos encontramos lejos de lograr la igualdad entre hombres y mujeres, entre niños y niñas”. Aizu recoge las palabras del Papa Francisco, en 2016, en las que decía “Es innegable el aporte de la mujer en todas las áreas del quehacer humano, empezando por la familia, Pero sólo con reconocerlo ¿es suficiente?…  Hemos hecho muy poco por las mujeres que se encuentran en situaciones muy duras, despreciadas, marginadas, reducidas a la esclavitud.  Debemos condenar la violencia sexual que sufren las mujeres y eliminar los obstáculos que impiden su plena inserción en la vida social, política, económica…».
La publicación se hace eco también de algunas situaciones que viven muchas mujeres: en el trabajo doméstico, la violencia machista, las mujeres pensionistas, mujeres refugiadas que buscan un futuro diferente…
HOAC, JOC
mensaje enredado que la Comunidad Escolapia difunde periódicamente, recuerda en este mes de forma especial la fecha del 8 de marzo. En la cabecera destacan un “queda mucho por hacer” y a lo largo del texto piden no quedarse ce brazos cruzados y revisar las conductas y corregir sin miedo las actitudes machistas que descubramos a nuestro alrededor.