El acto, presentado por el director de las emisoras diocesanas Javier Onaindia, contará con la música en directo del acordeonista Joxan Goikoetxea, quien ha preparado un repertorio específico para la gala.
El galardón, instaurado por la Mesa de Entidades Culturales de la diócesis de Bilbao se entregó por primera vez hace 10 años.
En la primera edición recibieron la Mención el periodista Félix García Olano, la etnógrafa Gurutzi Arregi (QEPD) y el cura que impulso del cine en euskera, Benito Ansola.
En la segunda edición de la Mención recibieron la distinción Begoña Andonegi, desde el ámbito de la educación, el religioso pasionista Martzel Andrinua (QEPD) y el que fuera vicario general de la diócesis, José Ángel Ubieta (QEPD).
La tercera edición tuvo lugar el año 2022. Recibieron la Mención Honorífica el cura y etnógrafo Ander Manterola; Miren Josune Ariztondo, en el campo de la educación; Mons. Juan María Uriarte por su contribución a favor de la paz y la reconciliación y la cultura vasca (QEPD) y al que fuera vicario general de la diócesis, Ángel Mari Unzueta, a título póstumo.
Menciones 2025
En esta IV edición se concederá la Mención Honorífica, por primera vez, a un colectivo: El grupo `Euskal Baliabideak taldea´, que traduce y elabora textos litúrgicos desde 1992. En sus inicios, el coordinador del equipo fue el vicario general de la época, Andoni Gerrikaetxebarria. Se incorporaron Lontzo Zugazaga, Juanito Gallastegi, José Luis Iza y José Mari Rementería, quien recibirá la Mención por su contribución pastoral y cultural, a título póstumo.
Los otros galardonados son Inmaculada Gallastegi, pionera de la radio en euskera junto a su marido Juan María Iraolagoitia, quien también recibirá la Mención a título póstumo, por la labor realizada a favor de la cultura vasca y el euskera a través de los medios de comunicación.
El presbítero Antonio Linaza recibirá el galardón por su valiosa aportación en el campo de la música litúrgica y la comunicación en euskera en la Iglesia en Bizkaia.
Mención Honorífica
La Mención Honorífica, que lleva el nombre de Carmelo Etxenagusia, en memoria de quien fue obispo auxiliar de Bilbao, se instauró en 2015 con el fin de distinguir a personas que hayan destacado por su servicio probado a la Iglesia y a la sociedad, a través de su trabajo y dedicación en alguno de los ámbitos de la cultura contribuyendo a la inculturación del Evangelio.